elecciones grecia

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Dos puñetazos

Dos puñetazos

Alexis Tsipras, el dirigente de Syriza (había quien creía que encarnaba la esperanza griega), ha excluido a las ministras de su masculino Gobierno. Empezamos mal: no hay peor manera de afrontar la lucha contra la desigualdad. ¿Consecuencias? Ninguna.
Tsipras promete una nueva Grecia

Tsipras promete una nueva Grecia

Asistimos a la firma apresurada del primer acuerdo poco antes de la quiebra y vimos cómo nuestra vida pasaba a depender de la voluntad de la Troika, que decidiría cuál sería la próxima dosis para mantener con vida al paciente. Somos un pueblo trabajador que veía cómo su vida cambiaba abruptamente con las estrictas medidas de austeridad.
Que Tsipras no sea otro Hollande

Que Tsipras no sea otro Hollande

La debilidad de Hollande, ¡en la presidencia de Francia, corazón de Europa!, nos da idea de las dificultades que le esperan a Tsipras. ¿Puede el líder de un país de 11 millones hiper endeudado cambiar el curso de una Unión de 28 países? ¿Puede dar una patada en la puerta, en el salón de los acreedores y no bajar la mirada?
El gran puzzle griego

El gran puzzle griego

Muchas de las contradicciones que vive hoy Grecia tienen su origen en una época que la crisis ha devorado. Hoy no podrán votar miles de ciudadanos griegos que viven en el extranjero; ni acudiendo a sus embajadas ni haciéndolo por correo. O bien han venido el fin de semana o no podrán ser parte decisiva de este gran momento histórico para su país.