15 estados afectados, colegios y aeropuertos cerrados, turistas desalojados de templos hindúes... Las ráfagas de hasta 200 kilómetros por hora llegarán hoy.
Hemos fallado a la gente de Alepo una y otra vez, pero todavía no es demasiado tarde: podemos actuar y ayudar a las personas que buscan asilo. La comunidad internacional tiene que hacer todo lo posible para proteger a los más vulnerables. Ellos siguen sufriendo mientras que el resto del mundo se queda de brazos cruzados.