Conviene que estemos informados acerca de los puntos débiles de este producto de ahorro. Cuando decidimos contratar un plan, debemos saber que no podremos disponer de este dinero siempre que queramos, sino solo cuando nos jubilemos o en ciertos casos muy concretos regulados por ley.
Hacía tiempo que no teníamos la oportunidad de ver en sede judicial el desfase que existe en nuestro país entre el Derecho Tributario que protege los intereses de las y los contribuyentes y las actuaciones de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Y lo vemos nada más y nada menos que en una decisión que afecta a las políticas de natalidad, familia y, por justicia material, a las de igualdad.
A la hora de comprar una propiedad, debemos hacer cálculos y comprobar qué nos sale más rentable, si contratar una hipoteca con un interés más bajo y varios seguros, o un préstamo hipotecario con un diferencial más elevado y menos vinculación.
Los cambios económicos están generando una creciente complejidad en los procesos, los instrumentos y los mercados financieros, al tiempo que enfrentan a los usuarios a un abanico de opciones y decisiones más amplio, complicado, en muchas ocasiones incomprensible y, desde luego, con mayores riesgos. La educación económica y financiera adquiere, por ello, cada vez más importancia.
La educación financiera es una herramienta necesaria para mejorar nuestra comprensión de todo esto que se nos viene encima, o más bien, que ya está aquí. Para elegir mejor, para distinguir entre una creciente variedad de alternativas. Para prevenir. Para nuestra mayor tranquilidad y seguridad. Para que no nos timen y sepamos defender y reclamar nuestros derechos.
Está tardando en ser anunciado pero acabará sucediendo: la banca italiana habrá de ser finalmente rescatada. Se dan condiciones objetivas para ello, que se sustancian en un pesado lastre de 360.000 millones de euros de activos dañados en sus balances como consecuencia de la dura crisis de los últimos años, combinado con una insuficiencia manifiesta de capital y de provisiones para absorber las pérdidas que de dicha situación van a derivarse.
En plena guerra hipotecaria, los bancos buscan prioritariamente cazar a perfiles solventes, a través de intereses muy atractivos incluso a tipo fijo. Sin embargo, en ocasiones, con los intereses de una hipoteca no es oro todo lo que reluce.
La tendencia que estamos detectando en iAhorro.com es de claro aumento del porcentaje de hipotecas a tipo fijo y mixto, lo que situaría este tipo de hipotecas en un 20% en algunos meses. Una verdadera avalancha si tenemos en cuenta que ha sido el patito feo de la oferta bancaria desde hace décadas.
Gracias a la calculadora de cláusula suelo, podremos ir más preparados al banco a reclamar el dinero que hemos estado pagando de más. Además, nos servirá para constatar si nos sale rentable iniciar acciones legales por la cantidad que habría que reclamar.
La tecnología está impulsando grandes cambios en el sector financiero y los bancos intentan subirse al carro comprando startups fintech, creando fondos de inversión para fintech, lanzando incubadoras fintech... Pero son tentativas para convertirse en algo que nunca serán, por tres razones: tecnológica, de regulación y cultural.
Estas instituciones, que una vez fueron serias y aburridas, se han alzado como las principales (o incluso únicas) formuladoras de políticas. Se quedaron dormidas cuando el riesgo financiero era enorme, y se decantaron por seguir un modelo de intervención agresivo durante la crisis. Lo que han experimentado los bancos centrales forma parte de un cambio más amplio cuyos efectos repercutirán en varias generaciones.
No sé si lo que está pasando es igual o terminará provocando lo mismo que la crisis iniciada en 2008 y cuyos efectos más perversos todavía sufrimos, con su balance brutal de desempleo, recesión, pobreza y desigualdad. Pero lo que sí sé es que o se empieza a actuar ya para cortar en seco lo que está ocurriendo o se terminará pagando caro.