matrimonio homosexual

Un día cualquiera

Un día cualquiera

Tenía 15 años, en la pequeña ciudad de provincias en la que nací, una tarde, me siguieron hasta acorralarme y molerme a palos en un parque. Recuerdo el primer puñetazo, que me tiró al suelo y me hizo pitar los oídos, aún oigo "sucio maricón, vamos a matarte, ¿sabes que te vamos a matar, marica?".