Desde que comenzó, hace dos años, se han contabilizado 4.400 muertos a manos de la Policía, aunque el clima de impunidad ha generado una oleada de hasta 20.000 asesinatos.
Entre 7.000 y 9.000 supuestos delincuentes han sido asesinados en poco más de un año, una 'guerra al narco' con pena de muerte que Duterte quiere aplicar a 100.000 personas.