Tras la polémica entrevista en la que planteaba marcar distancias con la política de EEUU ante China, el presidente galo suaviza sus palabras desde La Haya.
Pekín insiste en que la mayor amenaza para a isla son los "separatistas" y enfatiza que está "listo para aplastar de forma decidida cualquier intento de interferencia extranjera".
La importancia estratégica y económica de la isla, reconocida como provincia china de forma mayoritaria, explica las tensiones recrudecidas en la zona.
Washington defiende que ha llevado a cabo un ejercicio en defensa de la "libertad de navegación consistente con el derecho internacional". Países como Vietnam, Brunéi, Indonesia o Malasia pelean por el poderío en la zona.
Esta pasada madrugada, el Consejo de Taiwán para Asuntos Continentales (MAC, por sus siglas en inglés) ha condenado el comienzo de los ejercicios y asegurado que no cederá ante las amenazas.
Tsai Ing Wen ha llegado al país en su "tránsito" hacia América Latina, pero Pekín insiste en hablar de "líneas rojas" y amenaza con tomar represalias por el viaje.
Los líderes de Rusia y China se vieron en febrero, pero el mundo se ha dado la vuelta desde entonces. El mensaje que salga de su cita se espera con ansia.