Maniobras militares de China en torno a Taiwán como "seria advertencia": las claves de un enfado que calienta la zona
Los ejercicios tienen lugar después de que el presidente taiwanés, Lai, tachado de "independentista" y "alborotador" por el Gobierno chino, definiese a Pekín como una "fuerza externa hostil" y anunciase iniciativas para frenar su "infiltración" en la isla.

China anunció esta madrugada que ha lanzado nuevas maniobras en torno a Taiwán con unidades del Ejército, la Armada, las Fuerzas Aéreas y la fuerza de cohetes para "acercarse a la isla desde múltiples direcciones" y "lanzar una seria advertencia a las fuerzas separatistas que buscan su independencia".
"Estos ejercicios se centran principalmente en patrullas de preparación para el combate marítimo-aéreo, ataques a objetivos marítimos y terrestres, y bloqueos en zonas clave y rutas marítimas para poner a prueba la capacidad de operaciones conjuntas de nuestras tropas", señala un comunicado del Comando del Teatro Oriental de Operaciones publicado en su cuenta oficial de la red social WeChat.
Los ejercicios tienen lugar después de que el presidente taiwanés, William Lai, tachado de "independentista" y "alborotador" por el Gobierno chino, definiese a China como una "fuerza externa hostil" y anunciase iniciativas para frenar las operaciones de "infiltración" de Pekín contra la isla.
Según el coronel Shi Yi, portavoz del Comando, los ejercicios pretenden lanzar una "seria advertencia" y tienen el objetivo de "disuadir a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán". "Son, además, una medida legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China", agrega Shi en el comunicado.
Por su parte, la portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) Zhu Fenglian aseguró que los ejercicios son "un firme castigo" contra las "flagrantes provocaciones" de Lai y una "seria advertencia" a las "fuerzas separatistas que intentan socavar la paz".
"La 'independencia' de Taiwán significa la guerra y buscarla implica empujar al pueblo taiwanés a una situación peligrosa", agregó Zhu, según recoge la agencia estatal Xinhua.
El Gobierno taiwanés, por su parte, ha ordenado a los departamentos de seguridad nacional y defensa que respondan "de forma estricta" a las nuevas maniobras militares, informaron fuentes oficiales a EFE.
En un comunicado, la portavoz presidencial Karen Kuo subrayó que todos los organismos implicados mantienen un "control total" de estos ejercicios, que fueron lanzados esta mañana por el Ejército chino en señal de "advertencia" a las "fuerzas separatistas" que buscan la "independencia" de Taiwán.
La vocera denunció que las recientes "acciones unilaterales" de Pekín en el estrecho de Taiwán y en el Indopacífico han "socavado la seguridad y la estabilidad regionales", escalando las tensiones y desafiando "descaradamente" el orden internacional.
"La Oficina Presidencial condena enérgicamente este comportamiento, que ha hecho que la comunidad internacional reconozca ampliamente a China como un alborotador", aseveró Kuo, para agregar que la paz y la estabilidad regional es una "responsabilidad compartida" entre ambos lados del Estrecho.
"La determinación de Taiwán de salvaguardar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán no cambia. (La portavoz) insta a China a regresar a un orden internacional basado en reglas y contribuir a la seguridad, estabilidad y desarrollo próspero de la región", apuntó el comunicado.
Duro discurso de Lai contra China
Lai pronunció la semana pasada uno de sus discursos más duros contra China como presidente, anunciando 17 medidas -entre ellas, la reinstauración de los tribunales militares o la revisión estricta de las visitas de ciudadanos chinos a Taiwán- para contrarrestar la campaña de "infiltración" del Partido Comunista chino (PCCh) en territorio taiwanés. Lai describió por primera vez a Pekín como una "fuerza externa hostil".
Estas son las cinco claves del discurso que ha provocado la ira de China:
1.- Definir a China como "fuerza externa hostil"
Una de las mayores polémicas suscitadas por el discurso fue que Lai catalogase a China como una "fuerza externa hostil", una categoría contemplada en la Ley Anti-infiltración de la isla, promulgada en 2020.
"Con sus acciones, China ya cumple con la definición de 'fuerza externa hostil' prevista en la Ley Anti-infiltración (...). Es hora de que adoptemos medidas preventivas adecuadas, fortalezcamos nuestra resiliencia democrática y nuestra seguridad nacional, y protejamos nuestro preciado estilo de vida libre y democrático", proclamó.
Estas afirmaciones fueron interpretadas por muchos analistas como un cambio en las políticas defendidas por la expresidenta Tsai Ing-wen (2016-2024) y como un intento de modificar el estatus jurídico de Taiwán, una isla que, si bien no ha declarado formalmente su independencia, se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China.
Con todo, varios expertos consultados por EFE han recalcado que el término empleado por Lai debería traducirse como "fuera del territorio" y no como "extranjero", siendo el mismo que aparece en la legislación china para referirse a asuntos relacionados con Taiwán, Hong Kong y Macao.
2.- Restablecimiento de los tribunales militares
Dentro de las contramedidas anunciadas por Lai, la más contundente fue el restablecimiento de los tribunales militares para sancionar a aquellos soldados u oficiales en activo que colaboren con China, en medio del creciente número de casos de espionaje que han sacudido a las fuerzas armadas de la isla en los últimos años.
Entre los delitos que serían juzgados por estos tribunales se encuentran la sedición, colaboración con el enemigo, revelación de secretos, abandono de deberes e insubordinación.
Los tribunales militares fueron abolidos en Taiwán en 2013 tras la muerte de un soldado bajo custodia, y desde entonces son los fiscales y los tribunales civiles los encargados de juzgar al personal militar en activo.
3.- Revisión de las visitas de nacionales chinos a Taiwán
Lai también pidió endurecer el escrutinio sobre las visitas de ciudadanos chinos a Taiwán, subrayando que estas "deben limitarse a los intercambios normales entre ambos lados del Estrecho y a las interacciones oficiales bajo los principios de paridad y dignidad".
Respecto a los intercambios religiosos, culturales, académicos y educativos entre China y Taiwán, Lai recalcó que "deben despolitizarse y minimizarse los riesgos para simplificar los intercambios interpersonales y promover intercambios sanos y ordenados".
4.- Escrutinio sobre los documentos de identidad
Asimismo, Lai instó a las distintas agencias gubernamentales a "inspeccionar" y "gestionar" los documentos de identidad que los ciudadanos taiwaneses solicitan en China, especialmente cuando los solicitantes sean militares, funcionarios o educadores de escuelas públicas, "quienes tienen una obligación de lealtad a Taiwán".
En cuanto a la naturalización e integración de individuos de China, Hong Kong y Macao en la sociedad taiwanesa, "se deben tener más en cuenta consideraciones de seguridad nacional a la vez que se atiende el desarrollo social y los derechos individuales de Taiwán", agregó el mandatario.
5.- Regulación de los intercambios económicos
En materia económica, el líder soberanista pidió implementar los "ajustes necesarios y ordenados en el flujo de talento, bienes, capital y habilidades involucrados en las relaciones económicas y comerciales" entre ambos lados del Estrecho, sobre la base de "priorizar" el desarrollo económico de Taiwán.
"Esto contribuirá a impulsar la seguridad económica y nos dará mayor capacidad para responder al Frente Unido económico y comercial de China y a la coerción económica contra Taiwán", aseveró Lai.
Mar de fondo
En respuesta a estas palabras, la prensa estatal china arremetió contra el presidente taiwanés, acusándolo de "destruir la paz", de "provocar" a China y de "silenciar a aquellos que abogan por el desarrollo pacífico de las relaciones a través del estrecho de Taiwán". "Sus acciones están llevando a Taiwán hacia un peligroso precipicio. Lai está arriesgando imprudentemente la seguridad y el bienestar de los 23 millones de taiwaneses", denunció Xinhua en un editorial publicado el pasado sábado.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín siempre ha visto a Taiwán como una “parte inalienable” del territorio chino y no ha descartado el uso de la fuerza para concretar la “reunificación” de la isla y el continente, uno de los objetivos trazados por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder en 2012.
