Muchos refugiados sirios se enfrentan a una pobreza extrema que les obliga a tomar decisiones que ningún padre querría tomar nunca. Entre las consecuencias de la situación tan dura en la que se encuentran están el matrimonio y el trabajo infantil. La educación es clave para combatirlos.
Mientras en todo el mundo los niños se preparan alegremente para las vacaciones de navidad, miles de niños en Sudán del Sur siguen atrapados en una guerra que está destrozando el país desde 2013. Y otros miles seguirán viviendo con el miedo a ser reclutados a la fuerza por los grupos armados.