Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
'Enemigo del pueblo', misericordia, perdón y empatía en Les Arts

'Enemigo del pueblo', misericordia, perdón y empatía en Les Arts

La famosa obra de teatro de Ibsen se ha convertido es una deliciosa ópera con libreto de Àlex Rigola.

Un momento de la representación de 'Enemigo del pueblo'
Un momento de la representación de 'Enemigo del pueblo'.© Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

Que un teatro de ópera celebre veinte años no es lo habitual. Pues bien, el Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, más conocido como Les Arts, los cumple. Aunque se tenga la impresión de que lleva ya toda la vida aquí.

Y como veinte años no se cumplen todos los días y se cumplen solo una vez, tiran la casa por la ventana y consiguen ser la noticia cultural del mes. ¿Cómo? Convirtiendo la famosa obra de teatro Un enemigo del pueblo de Ibsen en una ópera. Y para ello cuentan con el compositor Francisco Coll, Premio Nacional de Música 2025, y el reputado director de escena Àlex Rigola que esta vez, además, ha hecho el libreto.

Entre ambos han creado una ópera contemporánea titulada Enemigo del pueblo. Una ópera muy pertinente porque plantea una cuestión muy actual. El debate existente entre política y razón. Porque tener la razón, no significa tener el apoyo de los políticos ni el apoyo del pueblo que vota democráticamente su representación en un parlamento.

La historia es la siguiente. Un médico muy comprometido y concienciado socialmente, admirado por los más jóvenes por estas dos características, descubre que el balneario que dirige tiene las aguas contaminadas porque el sistema de desagües de la ciudad, que se construyó con malos materiales, se filtra hacia las capas más profundas contaminando las aguas del balneario y del mar. Lo que provoca infecciones mortales en algunos de los turistas.

Traslada su descubrimiento a las autoridades, representado por el alcalde que además es su hermano, y las fuerzas vivas de la sociedad. Solicitando que se invierta dinero para unas obras cuya duración conllevarán dos años de cierre del balneario con la consiguiente pérdida de turistas y de ingresos, no solo para el centro sino para toda la población.

Enemigo del pueblo se ha reconvertido en una ópera con libreto de Àlex Rigola
  Enemigo del pueblo se ha reconvertido en una ópera con libreto de Àlex Rigola.© Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

El alcalde se opone porque el ayuntamiento no tiene dinero, lo que supondría que habría que subir impuestos, y porque se perderían puestos de trabajo aumentando la pobreza y la conflictividad social. Los empresarios de la ciudad también, porque, además de tener que pagar más impuestos, no tendrían beneficios o los reducirían drásticamente en los próximos dos años. Y los más concienciados, como los jóvenes más combativos, que tanto admiran al médico por su compromiso social y con la verdad, porque ven peligrar sus fuentes de ingresos e incluso sus opciones laborales y de desarrollo profesional, y, por tanto, de vida.

El médico, que sabe que tiene la razón de su lado, convoca al pueblo a una asamblea para informar y solicitar el apoyo. Asamblea en la que se presentan las fuerzas vivas que dan la vuelta a la tortilla, con mensajes que parecen sacados de lo que dicen las fuerzas vivas reales hoy en día en la televisión y en los periódicos.

¿Cómo se ataca este tema desde la música? Haciendo una partitura por momentos festiva, una música de pueblo. Tan festiva y tan de pueblo que comienza con un pasodoble, pero que como hablamos de música contemporánea, es un pasodoble desestructurado, como si fuera una tortilla de patatas de cocina de autor. La sensación de fiesta, de banda valenciana en la calle, del inicio, predispone al público a la escucha. ¡Qué inteligente es Coll!

Una música que acompaña un escenario que es una playa donde poco a poco se va descubriendo un mar y un cielo mediterráneamente azules. En el que una comunidad cualquiera trabaja con calma, con tranquilidad, con agrado.

A partir de ese momento todo fluye musicalmente, sin que deje de ser una partitura fruto de su tiempo. Con sus disonancias. Con su politonalidad que le permite introducir un politono de móvil que suena a castañuelas. Con sus exigencias para los cantantes que tienen que hacer cambios de registro muy amplios entre agudos y graves, a veces en muy poco tiempo. ¡Que se lo digan al baritenor Moisés Marín cuando canta la palabra locura!

La ópera 'Enemigo del pueblo' se representa en el Palau de les Arts de Valencia
  La ópera 'Enemigo del pueblo' se representa en el Palau de les Arts de Valencia.Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

Intérpretes que a la vez que deben conseguir cantar y dar la sensación de que hablan, como en el teatro. Con el añadido de que el libreto es en español y que va a ser cantado ante un auditorio que en su mayoría domina el idioma. Aunque entre la audiencia se oyen varias lenguas, cosa habitual en los teatros de ópera y en estrenos absolutos tan importantes como este. Que al público de ópera le gusta viajar para ver a sus ídolos como a los forofos del fútbol con sus equipos.

Esta complejidad musical que, por cierto, suena ligera y clara, es acompañada por una puesta en escena que quiere ser concisa y también clara, pero evitando la caricatura de los personajes. El maniqueísmo con el que muchas veces se pone en escena la obra original de Ibsen. La división como con cartabón y escuadra entre los malos malísimos y los buenos buenísimos.

Si hay alguien que puede hacerlo ese es Àlex Rigola. Pues lleva varios años desnudando obras, dejándolas en su mínima expresión. Fiándolo todo a la capacidad del actor, su presencia escénica y sus capacidades para conseguir la intensidad y el discurrir de las emociones en los personajes y en la platea.

Lo suficientemente listo como para saber que tanta desnudez, como en sus últimos espectáculos teatrales, suelen ser difícilmente aceptados en la ópera. Que la ópera exige espectáculo. Por eso ha encargado a Patricia Albizu una escenografía que cambia poco, pero que es imposible cansarse de verla. Una playa de dunas, donde sucede la acción. A Carlos Marquerie, que nunca falla, una magnifica iluminación. Y a Álvaro de Luna unas proyecciones de mar y cielos en los que van dibujándose nubarrones a medida que pasa la función y las cosas se van poniendo feas.

Aunque lo más difícil es conseguir que los cantantes se muevan con naturalidad. Veas a tus vecinos. Al político de tu pueblo. A los jóvenes majetes de cualquier ciudad, de los que no protagonizan las noticias escabrosas. A ese pequeño, mediano o gran empresario local que se pasea por los mismos lugares que el resto, porque tendrá más dinero, más recursos, pero vive en el mismo sitio que sus paisanos porque es su fuente de riqueza.

'Enemigo del pueblo' se convierte en una ópera para denunciar un caso que podría ser muy real
  'Enemigo del pueblo' se convierte en una ópera para denunciar un caso que podría ser muy real.© Miguel Lorenzo-Mikel Ponce

Una naturalidad que deben mantener a la vez que se enfrentan a una partitura exigente. Mientras hacen algo tan artificioso como cantar. Y dotar a eso de acciones acordes con lo que está escrito en el libreto y la partitura. ¿Lo consiguen? Sí. Pero como es habitual, es la soprano la que al final se lleva el gato al agua. Brenda Rae, en el papel de hija del doctor, lidia con todas esas dificultades para componer el personaje que más llega a la cabeza y al corazón del espectador.

El ojo experto y sabio de Álex Rigola, que en lo escénico es tan inteligente como Coll en lo musical, es capaz de ver lo anterior. Y en la bella parte sinfónica que antecede a la asamblea del pueblo, coloca a la Rae, que no cantará, pero que ya se ha ganado al público como la hija, sobre las dunas. Allí descansa mientras el cielo enrojecido anochece y amanece. Y las palabras de Misericordia, Perdón y Empatía se proyectan sutilmente grandes sobre el cielo y el mar. Ocupando el fondo del escenario como ocuparán la imaginación del espectador.

Es el momento clave de la obra. Porque recuerda a los espectadores la importancia, no de las palabras, sino de lo que significan de una manera artística. No dan la chapa. Sino que son un bello interludio musical. Apelando a la sentimentalidad y emocionalidad de un público. Pero no de una manera retórica o truculenta. Si no, como todos los elementos de esta producción, de una manera directa y sencilla que trata al público sin prejuicios, pero teniéndolo en cuenta. En el sentido de que tiene que comunicarse con el mismo. Es decir, de que tienen que llegarle por el oído y por la vista, que hay algo importante que contarle, algo que, según los artistas tiene que conocer y comprender.

Y, aunque lo fácil hubiera sido referirse a la actualidad más inmediata, que, en este caso, al ser el estreno en Valencia, no hubieran tenido que ir lejos a buscar las referencias ya que los efectos de la DANA todavía son palpables y reales, se ha optado por tomar distancia para favorecer el entendimiento entre las partes. Un entendimiento que debería estar cargado de empatía, misericordia y perdón. Como el de la hija del médico protagonista de esta obra.

[En Les Arts hasta el 9 de noviembre, y en el Teatro Real del 12 al 18 de febrero]

MOSTRAR BIOGRAFíA

Como el dramaturgo Anton Chejov, me dedico al teatro y a la medicina. Al teatro porque hago crítica teatral para El HuffPost, la Revista Actores&Actrices, The Theater Times, de ópera, danza y música escénica para Sulponticello, Frontera D y en mi página de FB: El teatro, la crítica y el espectador. Además, hago entrevistas a mujeres del teatro para la revista Woman's Soul y participo en los ranking teatrales de la revista Godot y de Tragycom. Como médico me dedico a la Medicina del Trabajo y a la Prevención de Riesgos Laborales. Aunque como curioso, todo me interesa.