Pablo Milanés, el breve espacio en que no está

Pablo Milanés, el breve espacio en que no está

La última vez que Pablo Milanés acudió a un estudio fue para poner la voz a una nueva grabación de 'Cuanto gané, cuanto perdí', incluida ahora en un disco homenaje que explora la relación entre la salsa y el cantautor cubano.

Pablo Milanés.UNIVERSAL

"Vendré feliz y fresco", anunciaba Milanés en esa canción, publicada por primera vez en 1983 y con la que de alguna manera se despidió. Después de trabajar durante casi cinco años en un álbum de duetos con Alejandro Sanz, Ana Belén, Gilberto Santa Rosa, Óscar D’León o Juanes, el cantautor quiso interpretar en solitario la composición en la que recordaba algunos de los mejores momentos de su vida. Cercado por la enfermedad que acabaría por su vida en noviembre de 2022, el creador de Yolanda o Para vivir entró sereno en el estudio y cantó. No hizo falta repetir la toma, cuenta Dagoberto González Jr., el productor de Amor y Salsa, 80 aniversario.

Milanés y Dagoberto se habían conocido a principios de los 80 del pasado siglo durante la grabación del elepé Yo me quedo, que en España se editó como Acto de fe, y en el que se incluían algunos de los mayores éxitos del repertorio del artista de Bayamo: Te quiero porque te quiero o Amo esa isla. Bajo la dirección de Ricardo Miralles, la grabación se realizó en los estudios Areíto de La Habana. Allí se produjo un encuentro que daría paso a una estrecha amistad.

"Trabajé más de treinta años a su lado ‒me cuenta González Jr. ‒ y bueno ... quién no seguía a Pablo desde que saltó a la palestra. Pablo, el gran Pablo. Para todos nosotros era en un ejemplo de músico, cantautor y compositor. Desde que estábamos estudiando lo escuchábamos, pero fue en la Escuela Nacional de Arte donde tuve la oportunidad de tratarlo por primera vez".

Los González llevan, además, la música en la sangre. El abuelo fue un famoso trovador que llegó a tener un programa de radio diario en La Habana en las décadas de los treinta y cuarenta. El padre, también violinista, formó parte de la mítica Orquesta Aragón. El nieto resume su carrera en un nombre propio, Pablo Milanés, con el que, además de arreglista y productor, formó pareja en el dominó.

"Quien conoció a Pablo Milanés trató a una persona que desbordada de bondad, amor, de cariño. Era muy familiar. Las comidas en su casa, las audiciones que hacíamos, las giras. Jugábamos mucho al dominó, que es un juego muy cubano. Con las fichas también era una estrella. Fueron muchos años a su lado, recibiendo su su amor, su amistad, su respeto. A cualquiera que se dirigiera siempre lo hacía con mucho respeto y con mucha, mucha, educación. Pablo, de verdad, ha sido una de las grandes experiencias que han pasado por mi vida".

A lo largo de su carrera, Pablo publicó dos discos de duetos: el primero, Querido Pablo, en 1985, producido por Víctor Manuel y con las intervenciones de Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez o Amaya Uranga, amén de la voz del mismísimo Julio Cortázar. Otro gran escritor, el premio Nobel Gabriel García Marquez, abrió en 2001 Pablo Querido, con aportaciones de Alberto Cortez, Joaquín Sabina o Charly García. A estos se suma ahora, con carácter póstumo, Amor y Salsa, 80 aniversario.

"Aquí se ve claramente la ilusión que que tuvo por cantar y que otros que cantaran sus canciones ‒subraya el productor. Estaba muy entusiasmado con colaborar con estos artistas. A Pablo le gustaba cantar con sus amigos. O sea, era un hombre muy feliz y este proyecto le alegró la vida en sus últimos tiempos. No lo ha visto salir a la luz porque el destino impone sus reglas pero seguro que ahora disfruta escuchándolo... Le planteé a Pablo hacer este disco de salsa porque él tenía mucha influencia de la música tradicional, del son cubano, de esa combinación de son y salsa. Muchos cantantes salseros cantan su obra y yo quería oírla en su voz con esas mismas versiones. Se lo propuse, estuvo de acuerdo y empezamos a trabajar. Cuando llegó la pandemia, como no podíamos salir a ningún lado, tuve tiempo para preparar bien los arreglos y después, cuando se abrió un poco el panorama, pudimos viajar a otros estudios. Hemos trabajado en muchos países para poder lograrlo".

Entre los proyectos que Pablo Milanés dejó inacabados se encontraba un álbum que quería grabar con pocos músicos, apenas su voz y su guitarra. No terminó de darle forma pero algunas llegó a estrenar algunas de esas canciones en varios conciertos.

"Creo que Pablo es insustituible. Ese su legado: acompañarnos por el resto de los días. Si, después de siglos y siglos, Beethoven y Bach se están estudiando en todas las escuelas, Pablo, que tiene la misma grandeza que los grandes compositores del barroco, estará ahí siempre. Cualquier persona se puede reflejar en su obra".