Doñana recibe una avalancha de nuevas aves por el golpe a la sequía

Doñana recibe una avalancha de nuevas aves por el golpe a la sequía

Los expertos calculan que al Parque Nacional ya han vuelto un 80% de las especies.

Un ibis echa a volar en el Parque Nacional de Doñana.Pascal Tordeux

Las últimas precipitaciones han aliviado la situación de sequía en Doñana y los problemas más inmediatos, pero se necesitan más lluvias en primavera, por lo que habrá que esperar a los próximos meses y sus temperaturas para valorar el efecto en su conjunto, según los investigadores de la Estación Biológica del CSIC instalada en el Parque Nacional.

El ciclo hidrológico anual, que se contabiliza de septiembre a agosto, ya acumula una precipitación de 404,4 litros por metro cuadrado, una cifra que supera a la de los tres años anteriores por estas fechas, pero aún no alcanza la media histórica por ciclo, que supera los 500 litros por metro cuadrado.  Gracias a estas lluvias, las lagunas más grandes como Santa Olalla, El Sopetón o la Dulce se han podido inundar casi totalmente y Doñana ha podido recuperar una imagen similar a la que tenía en estas fechas hace algunos años. 

Aunque llegan tarde para las aves que visitan el espacio protegido en invierno, las lluvias de esta primavera llegan a tiempo para favorecer el crecimiento de vegetación y la cría de aves acuáticas. "Desde el punto de vista de Doñana es un agua muy beneficiosa para las aves reproductoras en primavera, pero hay que tener en cuenta que el agua de las marismas se evapora y si no sigue lloviendo, las invernantes tendrán el mismo problema que este año”, señala un científico de la Estación Biológica de Doñana a El País.

Los biólogos que hacen el seguimiento de las aves que pasan por Doñana, calculan que desde las precipitaciones de Semana Santa, han regresado al espacio protegido cerca de un 80% de las especies. "Hay una diversidad que no veíamos desde hace años por la falta de lluvias", apunta a la Agencia ATLAS otro de los investigadores del Parque Nacional. 

Del incremento de los niveles del agua acumulada, además de la vegetación de Doñana, se beneficiará también la cría de las especies de aves acuáticas como fochas, calamones, somormujos, zampullines, cigüeñas y ardeidos, una familia de aves zancudas en la que se incluyen más de 60 especies, como las garzas.

Las lluvias caídas en Semana Santa también han beneficiado a otros espacios protegidos o reservas naturales españoles. En las Tablas de Daimiel, por ejemplo, ha caído agua pero no la suficiente para frenar la grave situación de sequía que vive desde hace diez años. En la laguna de Fuente De Piedra, en Málaga, el nivel de agua ha aumentado y si lo hace unos 10 centímetros más, los flamencos tendrán un entorno ideal para la cría.