Incapaces de pactar

Incapaces de pactar

Otra semana de infarto para el Gobierno. A la votación para reformar la ley del 'sólo sí es sí' se suma la manifestación del 8M: “¿Abucheos? No se pueden descartar”. 

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el Congreso.Europa Press via Getty Images

El Gobierno de coalición resiste, pero a duras penas. PSOE y Unidas Podemos han sido incapaces de llegar a un acuerdo antes de este martes, cuando el Congreso toma en consideración la propuesta de reforma de la ley del solo sí es sí. Al menos, salvo giro de última hora. Las partes se han acusado de mentir, de no querer negociar, de alimentar el ruido político por intereses electorales. En medio, Yolanda Díaz, incapaz de llevar la discusión a los despachos y rebajar la tensión. Aunque minoritarias, algunas voces socialistas incluso han recomendado romper definitivamente con los morados y “abrazar la centralidad”, como avanzó El HuffPost.

Será otra semana muy complicada para el Gobierno. Dificilísima. Pedro Sánchez pretendió dar un golpe de efecto el sábado anunciando que impondrá por ley la paridad en empresas y gobiernos. Se aprobará este mismo martes en el Consejo de Ministros, solo horas antes de la votación en las Cortes, en un intento de poner el foco mediático en esta decisión. Si bien, el PP se apresuró en pinchar el globo, asegurando que “no deja de ser la transposición de un directiva europea” que el Ejecutivo está obligado a cumplir. “Se han sacado un conejo de la chistera, están desesperados”, aseguraron las fuentes consultadas en Génova.

“Se han sacado un conejo de la chistera, están desesperados”, dicen en el PP sobre la ley de paridad del Gobierno

Así, más allá de la tramitación de la ley de representatividad, que prevé también listas electorales cremallera y más mujeres en la cúpula de las compañías y los colegios profesionales, el Gobierno se enfrenta a dos hitos que dejará muy tocada su estabilidad interna. El primero, la citada votación en la Cámara Baja, cuando el PSOE prevé ya sin disimulo unir sus votos al PP para reformar la ley. El segundo, en las calles solo un día después, en la tradicional manifestación feminista del 8M, a la que irán por separado. Y nadie es capaz de presagiar con exactitud la respuesta del colectivo y asistentes de la marcha.

Lejos de rebajar la tensión, Unidas Podemos caldeó aún más los ánimos en víspera de esta nueva semana de infarto. Sus principales espadas denunciaron que el ala socialista del Gobierno nunca ha tenido voluntad real de negociar y el martes votará “con la derecha” la vuelta “al Código Penal de La Manda”. “Unirá sus votos y aplausos a los del latido fetal”, afirmó Pablo Echenique, que ya adelantó el voto en contra de su partido. “No se puede permitir que este 8 de marzo tengan la oportunidad el PP y Vox de ocupar las portadas por haber sumado sus votos al PSOE para volver al código penal de la impunidad de los agresores”, en palabras de la propia Montero este mismo sábado.

La titular de Igualdad se mostró a favor de negociar hasta el último momento, como también las fuentes más autorizadas del bloque socialista. Pero la realidad es que llevan semanas, meses, abogando por ese diálogo mientras se cruzan duras descalificaciones. Basta como ejemplo lo ocurrido en los pasillos del Congreso a mediados del mes pasado. Primero, Montero dijo que había enviado una nueva propuesta al PSOE para proteger la figura del consentimiento y lograr así un acercamiento. Solo minutos después, María Jesús Montero retaba a los periodistas a que le enseñaran el papel porque ella lo desconocía. Ambas partes se acusaron de no decir la verdad.

En público y en privado, Sánchez ha dejado claro que la ley se reformará, cueste lo que cueste. Para Moncloa, el contador diario de agresores sexuales beneficiados por la ley está teniendo un coste electoral enorme para toda la izquierda, como se han encargado de alertar desde hace meses barones, alcaldes y cuadros medios del partido. “Había que hacer algo y eso es lo que hemos hecho. Cuando algo se hace mal hay que rectificar”, no han parado de repetir desde el entorno del presidente. En esto, los líderes territoriales del PSOE han respaldado inequívocamente a su jefe de filas. “La ley del solo sí es sí ha tenido efectos indeseados y me quedo corto”, llegó a afirmar el propio Sánchez ante sus parlamentarios.

Para una parte importante del PSOE, la herida ha supurado porque Montero no ha dudado en “utilizar electoralmente” esta polémica, opacando en paralelo la acción política de la vicepresidenta Díaz. El propio Sánchez, sin micrófonos delante, lo sugirió en una conversación informal con periodistas. Busca tener “visibilidad”, lamentó. “A ver si pasamos página de una vez. Pero cada semana tenemos una nueva crisis. Ahora se suma el caso Mediador, que también nos está haciendo un daño terrible. En el PP se frotan las manos y con razón. Lo raro es que no nos saquen más ventaja”, según un parlamentario socialista, muy pesimista. El último sondeo de El País y la Cadena SER apunta a que el PP sigue en cabeza y Unidas Podemos resiste la bronca del sólo sí es sí, lo que vendría a confirmar la estrategia de la ministra.

“¿Abucheos? No lo podemos descartar. Hay mucha gente enfadada tanto por los fallos de la ley como por nuestra incapacidad para acordar”

Y falta el encuentro con la calle. La manifestación del 8M. La respuesta de los ciudadanos al espectáculo político que durante meses han dado los socios de Gobierno y al hecho de que cerca de 650 agresores sexuales se han beneficiado ya de la ley del sólo sí es sí, según un informe publicado por el Consejo General del Poder Judicial a finales del mes pasado. “¿Abucheos? No lo podemos descartar. Hay mucha gente enfadada tanto por los fallos de la ley como por nuestra incapacidad para acordar”, en palabras del citado parlamentario. Una facción del feminismo contrario a la ley Trans ya pidió la dimisión de Montero en el día internacional contra la violencia de género.

Lo único seguro es que, ocurra lo que ocurra esta semana, el Gobierno de coalición no saltará formalmente por los aires. Aunque, en la práctica, esté completamente roto. Así lo aseguró al menos Sánchez en su última declaración al respecto: “Ya le digo que no. No se contempla”.

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Corresponsal político de El HuffPost.