La unión de empresas de armas españolas recibe una multa millonaria
Problemas internos retrasan la entrega del vehículo 8x8 Dragón
El proyecto del vehículo de combate 8x8 Dragón continúa enfrentando complicaciones. El Ministerio de Defensa ha impuesto una nueva sanción de 9,1 millones de euros a la unión temporal de empresas (UTE) encargada de la fase de desarrollo, integrada por Indra, Santa Bárbara y Sapa. La penalización responde a los retrasos acumulados en la entrega de los prototipos, necesarios para comprobar que el vehículo cumple con los requisitos antes de iniciar su producción en masa.
El grupo Santa Bárbara, filial de General Dynamics, intentó impugnar la sanción, pero la falta de unanimidad entre los socios impidió que el caso llegara a los tribunales. Indra y Sapa decidieron no apoyar la impugnación, lo que selló la decisión del Ministerio.
La multa equivale al 10% del valor del contrato, que asciende a 91,9 millones de euros. El Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, ya había advertido en enero de este año que no toleraría más retrasos, reforzando su postura de "tolerancia cero" con las demoras en la producción del vehículo.
Historial de retrasos y sanciones
Este no es el primer problema que enfrenta el desarrollo del 8x8 Dragón, un proyecto que se firmó originalmente en 2015 y que ha sufrido varias ampliaciones en el tiempo. En anteriores ocasiones también se impusieron sanciones por incumplimiento de plazos. La necesidad de este nuevo vehículo quedó evidenciada en 2007, cuando un ataque a un vehículo BMR en Líbano costó la vida a seis soldados españoles.
En 2020, se firmó un contrato de 1.736 millones de euros para la producción del primer lote de 348 vehículos, con una proyección total de 1.000 unidades para el Ejército español. Sin embargo, la entrega de las primeras unidades también ha sufrido retrasos, lo que ha generado nuevas advertencias del Ministerio de Defensa a la UTE.
La coordinación entre los socios de la UTE ha sido un reto constante. Indra, Santa Bárbara y Sapa se enfrentan a tensiones internas, con Indra afirmando que sus procesos han sido mejorados, mientras que el retraso es atribuido a Tess Defense, la empresa conjunta creada para gestionar el proyecto.
Indra y el Gobierno de España han mostrado interés en asumir el control de Tess Defense, con la intención de agilizar la producción y asegurar el cumplimiento de los plazos. Para ello, la empresa ha contratado al asesor AZ Capital para liderar las negociaciones con los otros socios.