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Rubiales reconoce ante el juez que se equivocó al besar a Jenni Hermoso pero insiste en que "fue consentido"

Rubiales reconoce ante el juez que se equivocó al besar a Jenni Hermoso pero insiste en que "fue consentido"

El expresidente de la RFEF ha mantenido una tensa declaración, en la que ha negado que presionara a la futbolista respecto al comunicado que ella emitió y se muestra "totalmente seguro" de que Hermoso le dio permiso para besarla.

Imagen de archivo de Rubiales junto a su abogadaPablo Blazquez

Y tras una semana de juicio llegó el turno de Luis Rubiales. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tenido este martes la oportunidad de explicar su versión de los hechos e intentar defenderse de la acusación de agresión sexual que recae sobre él tras el beso no consentido a Jenni Hermoso.

Con una tranquilidad poco habitual en él y utilizando un tono reposado y sosegado -extraño, teniendo en cuenta la actitud impulsiva que le ha caracterizado públicamente-, lo primero que ha declarado Rubiales desde el banquillo de los acusados ha sido que el beso fue algo consentido, que mantuvo una breve conversación con ella durante los instantes previos al beso, en la que la tranquilizó por el penalti fallado en la final, y que posteriormente le preguntó si le podía dar un "besito, y ella dijo 'vale".

A continuación y ante la pregunta de la fiscal Marta Durántez, respecto a si se abalanzó sobre Jenni, Rubiales ha vuelto a insistir en esa conversación y asegura que ella le "abrazó por debajo de la axila". 

"Yo le dije, 'oye, olvida ya el penalti, somos campeonas, esto es también gracias a ti. Sin ti no lo hubiéramos podido conseguir'. Ella me apretó muy fuerte debajo de las axilas, me levantó y al caer pues le pregunté 'puedo darte un besito' y me dijo: vale. Eso es lo que ocurrió. Estoy totalmente seguro de que fue consentido", ha asegurado.

Sin embargo, y a diferencia de lo que había declarado hasta ahora, Rubiales ha asegurado que, "tras unos segundos (después del beso) me di cuenta de que me había equivocado. Con el tiempo, he reconocido que me equivoqué porque tenía una posición y tenía que haber estado en un papel más institucional y no celebrarlo como un deportista y haber mantenido la sangre más fría. "Metí la pata, pero de ahí a que haya delito... para nada", argumentó.

En su declaración, también ha afirmado que él también habría besado en la boca a un jugador de la selección masculina con el que hubiera tenido la misma confianza que con Hermoso. "Es una persona que en un momento emotivo y de alegría,  me produjo ternura y quise tener un gesto de cariño por el penalti que había fallado en la final".

En lo que respecta al comunicado elaborado en el autobús por la jugadora y al ser preguntado por la fiscal sobre si hubo presiones para obligar a Jenni a dar la versión que más interesaba a Rubiales "y para restarle importancia a la agresión" el expresidente ha afirmado con rotundidad que no. "No pasó nada. No participé en la redacción de la declaración de Jenni, ni le metí presión", ha asegurado.

En este sentido, Rubiales ha reconocido que "fue en el segundo trayecto de autobús, cuando se dirigen hacia a mi los responsables de comunicación y me dicen que se le está dando mucha importancia al gesto y le dije que la declaración de Jenni me parecía muy correcta y que estaba de acuerdo. En ningún momento le dicté yo la declaración que tenía que firmar."

A continuación, Rubiales ha explicado que el comunicado no era su cometido y  que fue "al bajar del avión, cuando llamé a Jenni y le dije cuál sería la mejor opción para acallar todo: aparecer los dos juntos y calmar la situación, pero ella se negó. Me dijo que quería celebrar el título y que no quería participar y que las declaraciones que había dado ya habían sido claras". 

"Cogerle de la cabeza fue un gesto de cariño. Ella se fue riendo y me dio varias palmaditas en el costado"
Luis Rubiales, expresidente de la RFEF

Sin embargo, la fiscal ha continuado preguntándole por qué le insistió en hacer el comunicado conjunto, a lo que Rubiales ha respondido que el motivo era "la grave crisis mediática que afectaba a la institución", y ha afirmado que su labor es la de "hacerle caso a todos los que saben de esto".

En lo que respecta al beso, los fiscales han insistido en preguntarle si fue consentido, si Jenni se mostró incómoda o si intentó zafarse en algún momento, algo que Rubiales ha negado, de igual manera, con rotundidad, y ha asegurado que "tanto ella como yo sabemos que el beso fue consentido"

"No le cogí de la cabeza para que no se pudiera zafar, fue un gesto de cariño. No percibí ningún gesto de incomodidad, al contrario, se fue riéndose y me dio varias palmaditas en el costado y ha asegurado que una vez en España, Jenni tampoco le hizo ningún reproche: "No, no tuvimos esa conversación".