Asistencia social quiere que la familia de un niño discapacitado pague el tratamiento "como los demás"
La madre asegura estar "cansada" de tener que pedir la ayuda para su hijo.

A Eija le cuesta hablar de su experiencia. Esta mujer finlandesa es madre de un niño de 11 años que sufre una discapacidad severa, razón por la que lleva años luchando y sumando numerosos desencuentros con las entidades sociales de varias ciudades del país.
La madre asegura que su hijo no puede pasar un momento sin la supervisión de algún adulto responsable. Por ello, reconoce al medio estatal Yle estar "cansada" tener que solicitar una y otra vez una guardería para su hijo y justificar por qué un niño de 11 años todavía la necesita.
El problema, es que las autoridades sociales le están dando el mismo trato que a los niños sin discapacidad, por lo que se ofrecen los servicios de guardería por 120 euros al mes.
La cuestión ha llegado al Tribunal Administrativo del Norte de Finlandia, que debe decidir si este niño tiene derecho a un apoyo especial por su discapacidad. El proceso, no obstante, se antoja largo.
En la misma situación se encuentran las familias de decenas de niños con problemas del norte de la ciudad de Pohja, con sus correspondientes reclamaciones a la Oficina Administrativa Regional y procesos judiciales en marcha