Denuncian el incivismo presente en las playas de Badalona y sacan a relucir la gran sanción por acampar, instalar carpas y poner la música alta
Cada vez hay más comportamientos incívicos en la franja costera.

Con el verano en pleno apogeo, las playas de Badalona registran un notable repunte de comportamientos incívicos: grupos de jóvenes y familias que instalan carpas y mesas como si no hubiera un mañana, además de reproducir música a todo volumen en altavoces y ocupar la arena durante largas jornadas. La convivencia en el litoral se tensiona y el Ayuntamiento advierte de duras sanciones para frenar estas prácticas.
Algunos vecinos comparan la situación con un “efecto Copacabana” local, ya que con estas actividades se genera ruido, suciedad y molestias a otros usuarios del litoral. El alcalde Xavier García Albiol ha reconocido en una entrevista con Metrópoli que la situación en las playas se le “escapa de control”. Ante su preocupación por el desbordamiento de la convivencia en la franja costera ha defendido medidas más contundentes.
Según el Gobierno municipal, la intención es actuar de forma sistemática y no únicamente de manera puntual contra estos grupos que ejercen prácticas que considera “inaceptables”. Por ello, Albiol advierte que habrá un endurecimiento de las multas, despliegues de operativos especiales y refuerzos policiales con el fin de evitar acampadas y el uso de altavoces a todo volumen. “Hay una problemática que vamos a ver cómo la acabamos de atajar”, asegura.
Más acción policial
El Consistorio recuerda que desde 2023 existe una regulación que prohíbe expresamente acampar, instalar toldos o tiendas grandes, colocar mesas y, en general, la utilización de altavoces en la playa. Las infracciones pueden acarrear multas que oscilan entre 600 y 1.500 euros, en función de la gravedad. El verano pasado se levantaron 46 actas por este tipo de conductas, aunque muchas no llegaron a tramitarse por falta de personal.
Esa experiencia, afirman desde el Ayuntamiento, servirá para reforzar la respuesta este año. “Se tiene que corregir y, en parte, pasa por disponer de más agentes de la Guardia Urbana en los meses más conflictivos. Hemos heredado del anterior mandato que la mitad de la plantilla hace vacaciones en julio y la otra mitad en agosto”, explicó Albiol a Metrópoli. Aun así, no se puede asegurar que cuando se vayan los agentes de la zona vuelvan las actuaciones incívicas.
Aparte del ruido y la ocupación de la arena, los vecinos también denuncian un problema creciente de residuos: contenedores desbordados, restos de basura entre las pasarelas y acumulación bajo las rocas después de los fines de semana más concurridos. Las plataformas vecinales reclaman un refuerzo real de la policía local y una campaña informativa para concienciar sobre la convivencia en verano. Por el momento, el Ayuntamiento promete endurecer la acción y una limpieza urgente.
