El admirado Robin Hood español de los tres códigos inquebrantables
Luis Candelas Cajide, una leyenda de los atracos en Madrid.

La historia de España está llena de ladrones, pero el nombre Luis Candelas Cajide, un bandolero del Madrid del Siglo XIX conocido por perpetrar sus atracos cumpliendo un inquebrantable código y, también, por robar a los ricos para repartirlo entre los pobres, igual que Robin Hood en los bosques de Sherwood.
Nacido en 1804, Luis Candelas fue el primer hijo nacido en el seno de una familia humilde del barrio madrileño de Lavapiés que, por suerte, no pasaba apuros económicos. El padre del bandolero, Esteban Candelas, era el propietario de una carpintería. Trabajo que le permitió enviar a su hijo a formarse a los Reales Estudios de San Isidro, donde además de estudiar dio sus primeros pasos en el mundo de la delincuencia.
Pese a todo, lo acabaron expulsando del colegio por crear bandas, provocar peleas y pegar unas bofetadas a los curas del colegio. Tal y como explica Despierta tu Curiosidad, el podcast de National Geographic en el que se narran historias insólitas.
A los 15 años, Candelas fue encarcelado después de cometer sus primer robo, en la madrileña Plaza de Santana. Tras su liberación, intentó rehabilitarse replanteándose un poco su vida y dedicándose a ser librero, pero no resistió a la tentación de volver a la delincuencia y se convirtió en un experto en el uso de la ganzúa, asaltando las casas de los ricos y los nobles de la época, a los que engañaba para obtener toda la información posible sobre sus posesiones.
Candelas era un hombre carismático y muy popular. Se le conocía por su generosidad con los pobres, ya que repartía el botín de sus robos entre los más necesitados y porque en todos sus atracos siempre cumplía con un estricto código ético: nunca herir a nadie, no robar a los pobres y repartir las ganancias entre los necesitados.
Entre los robos más famosos de Candelas están el robo a la casa del marqués de Villaverde en 1830 y el asalto a la casa de la modista de la reina en 1832. Este fue su último golpe, ya que fue capturado y condenado a garrote vil. Después de pedir clemencia a María Cristina de Borbón y que esta se la negase, el bandolero fue ejecutado en la Plaza de la Cebada de Madrid.
La figura de Candelas ha perdurado en el tiempo como un símbolo de la rebeldía y audacia, convirtiéndose en parte del folclore español. Para muchos representa la lucha contra un sistema injusto mientras que para otros es, simplemente, un criminal carismático.
