El material barato que se pega al hielo para evitar resbalones en tu patio exterior
Se trata de una técnica fácil y asequible.
Las heladas y nevadas, especialmente comunes en estos meses del año en gran parte de Europa -es cierto que no tanto en España-, constituyen un problema y contratiempo en determinados lugares del hogar, como pueden ser las entradas a las casas o patios.
Para paliar sus efectos, existen algunos métodos caseros muy útiles con los que poder disimular y evitar sus consecuencias (resbalamientos, congelaciones, etc). Algunos de ellos son más comunes y conocidos que otros, aunque en definitiva, todos ellos suelen ser efectivos. Sin embargo hay uno particularmente eficaz.
En el mercado existen numerosos productos antideslizantes, que cuentan con las propiedades adecuadas para evitar que el jardín o el patio se congele y se convierta en un lugar impracticable. Y aunque pueda parecer un problema menor, la congelación del terreno puede provocar resbalones y lesiones graves.
Como método ideal para conseguir este objetivo, existe un material de lo más asequible y fácil de obtener para zonas pequeñas en las que se ha acumulado gran cantidad de hielo. Aunque en primer lugar será necesario agarrar un picahielos y proceder a romperlo.
El material del que hablamos es la arena. Y es que, tal y como explican algunos expertos en este tema, esparcir arena a temperatura ambiente sobre el hielo, provoca que este se convierta en papel de lija y el hielo deje de ser una amenaza para las personas que caminen sobre el lugar.
Un paso fundamental, y del que advierten que se siga de forma estricta, es el de aplicar la arena justo después de haber trabajado en la nieve, aunque en ese momento el suelo no esté resbaladizo.