El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

Llegó a generar uno gasto adicional de más de 4.380 euros a su casero.

El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

Llegó a generar uno gasto adicional de más de 4.380 euros a su casero.

El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

Llegó a generar uno gasto adicional de más de 4.380 euros a su casero.

El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

Llegó a generar uno gasto adicional de más de 4.380 euros a su casero.

El propietario echa de su casa al inquilino por gastar mucha agua y la justicia le da un revés inesperado

Llegó a generar uno gasto adicional de más de 4.380 euros a su casero.

Image of a modern shower head splashing water close up background.CHAYATORN LAORATTANAVECH

En un caso sin precedentes, un inquilino en Suecia ha sido conseguido permanecer en su vivienda de alquiler a pesar de su excesivo consumo de agua caliente. El propietario había rescindido el contrato debido al alto costo generado por el uso de 482 litros de agua caliente diarios.

El problema comenzó en mayo de 2020 cuando el propietario instaló caudalímetros para controlar el consumo. Con este medidor detectó un consumo de agua caliente de 176 metros cúbicos al año, una cifra muy por encima de los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas, es decir, más de 4.380 euros. 

Tras medir el consumo durante 1.000 días, el propietario decidió rescindir el contrato en 2022, argumentando, además, que el inquilino causaba molestias a los vecinos y descuidaba el mantenimiento del apartamento. No obstante, el arrendatario, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión, alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su persona.

El veredicto a su favor 

Tanto el comité de alquileres como el Tribunal de Apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario. Aunque el tribunal reconoció que la cantidad de agua utilizada era anormal, concluyó que el alto consumo, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.

Este fallo ha generado interés, ya que es el primer caso en el que un inquilino puede conservar su contrato a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. No obstante, aunque el fallo fue favorable para el inquilino, su propio representante, Nicklas Tulldahl, advierte que esto no significa que los inquilinos puedan utilizar agua sin restricciones.

En un caso sin precedentes, un inquilino en Suecia ha sido conseguido permanecer en su vivienda de alquiler a pesar de su excesivo consumo de agua caliente. El propietario había rescindido el contrato debido al alto costo generado por el uso de 482 litros de agua caliente diarios.

El problema comenzó en mayo de 2020 cuando el propietario instaló caudalímetros para controlar el consumo. Con este medidor detectó un consumo de agua caliente de 176 metros cúbicos al año, una cifra muy por encima de los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas, es decir, más de 4.380 euros. 

Tras medir el consumo durante 1.000 días, el propietario decidió rescindir el contrato en 2022, argumentando, además, que el inquilino causaba molestias a los vecinos y descuidaba el mantenimiento del apartamento. No obstante, el arrendatario, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión, alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su persona.

El veredicto a su favor 

Tanto el comité de alquileres como el Tribunal de Apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario. Aunque el tribunal reconoció que la cantidad de agua utilizada era anormal, concluyó que el alto consumo, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.

Este fallo ha generado interés, ya que es el primer caso en el que un inquilino puede conservar su contrato a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. No obstante, aunque el fallo fue favorable para el inquilino, su propio representante, Nicklas Tulldahl, advierte que esto no significa que los inquilinos puedan utilizar agua sin restricciones.

En un caso sin precedentes, un inquilino en Suecia ha sido conseguido permanecer en su vivienda de alquiler a pesar de su excesivo consumo de agua caliente. El propietario había rescindido el contrato debido al alto costo generado por el uso de 482 litros de agua caliente diarios.

El problema comenzó en mayo de 2020 cuando el propietario instaló caudalímetros para controlar el consumo. Con este medidor detectó un consumo de agua caliente de 176 metros cúbicos al año, una cifra muy por encima de los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas, es decir, más de 4.380 euros. 

Tras medir el consumo durante 1.000 días, el propietario decidió rescindir el contrato en 2022, argumentando, además, que el inquilino causaba molestias a los vecinos y descuidaba el mantenimiento del apartamento. No obstante, el arrendatario, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión, alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su persona.

El veredicto a su favor 

Tanto el comité de alquileres como el Tribunal de Apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario. Aunque el tribunal reconoció que la cantidad de agua utilizada era anormal, concluyó que el alto consumo, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.

Este fallo ha generado interés, ya que es el primer caso en el que un inquilino puede conservar su contrato a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. No obstante, aunque el fallo fue favorable para el inquilino, su propio representante, Nicklas Tulldahl, advierte que esto no significa que los inquilinos puedan utilizar agua sin restricciones.

En un caso sin precedentes, un inquilino en Suecia ha sido conseguido permanecer en su vivienda de alquiler a pesar de su excesivo consumo de agua caliente. El propietario había rescindido el contrato debido al alto costo generado por el uso de 482 litros de agua caliente diarios.

El problema comenzó en mayo de 2020 cuando el propietario instaló caudalímetros para controlar el consumo. Con este medidor detectó un consumo de agua caliente de 176 metros cúbicos al año, una cifra muy por encima de los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas, es decir, más de 4.380 euros. 

Tras medir el consumo durante 1.000 días, el propietario decidió rescindir el contrato en 2022, argumentando, además, que el inquilino causaba molestias a los vecinos y descuidaba el mantenimiento del apartamento. No obstante, el arrendatario, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión, alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su persona.

El veredicto a su favor 

Tanto el comité de alquileres como el Tribunal de Apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario. Aunque el tribunal reconoció que la cantidad de agua utilizada era anormal, concluyó que el alto consumo, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.

Este fallo ha generado interés, ya que es el primer caso en el que un inquilino puede conservar su contrato a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. No obstante, aunque el fallo fue favorable para el inquilino, su propio representante, Nicklas Tulldahl, advierte que esto no significa que los inquilinos puedan utilizar agua sin restricciones.

En un caso sin precedentes, un inquilino en Suecia ha sido conseguido permanecer en su vivienda de alquiler a pesar de su excesivo consumo de agua caliente. El propietario había rescindido el contrato debido al alto costo generado por el uso de 482 litros de agua caliente diarios.

El problema comenzó en mayo de 2020 cuando el propietario instaló caudalímetros para controlar el consumo. Con este medidor detectó un consumo de agua caliente de 176 metros cúbicos al año, una cifra muy por encima de los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas, es decir, más de 4.380 euros. 

Tras medir el consumo durante 1.000 días, el propietario decidió rescindir el contrato en 2022, argumentando, además, que el inquilino causaba molestias a los vecinos y descuidaba el mantenimiento del apartamento. No obstante, el arrendatario, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión, alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su persona.

El veredicto a su favor 

Tanto el comité de alquileres como el Tribunal de Apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario. Aunque el tribunal reconoció que la cantidad de agua utilizada era anormal, concluyó que el alto consumo, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.

Este fallo ha generado interés, ya que es el primer caso en el que un inquilino puede conservar su contrato a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. No obstante, aunque el fallo fue favorable para el inquilino, su propio representante, Nicklas Tulldahl, advierte que esto no significa que los inquilinos puedan utilizar agua sin restricciones.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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