El taller gigante que no duerme para construir el puente más largo de Marruecos: 160 obreros trabajan noche y día
Las máquinas y las grúas no se detienen ni un solo minuto.
Para cumplir con los plazos del proyecto del futuro puente de Sakia El Hamra y garantizar la continuidad del trabajo, los responsables han implementado un sistema de trabajo nocturno, con tres equipos rotativos que aseguran que las máquinas y las grúas no se detengan ni un solo minuto.
Durante la noche, el taller se ilumina como una ciudad en medio del desierto. Potentes generadores eléctricos y sistemas de iluminación de alta intensidad permiten a los trabajadores operar con precisión incluso en la oscuridad más profunda.
“Contamos con condiciones seguras y cómodas gracias a la iluminación y a la organización de los turnos”, explicó Mohamed Belfarhounia, jefe del departamento de preparación del puente al medio local Le360. Además, destacó el compromiso y la disciplina y "la precisión técnica que caracterizan el trabajo de las cuadrillas”, añadió.
Ingeniería de vanguardia
El futuro puente se alza sobre el valle de Sakia El Hamra y forma parte del ambicioso proyecto de la autopista Tiznit-Dakhla, uno de los ejes estratégicos del nuevo modelo de desarrollo para las regiones del sur.
Con una longitud aproximada de 1,7 kilómetros y una inversión estimada de 1.380 millones de dírhams, esta infraestructura conectará zonas clave del territorio y reforzará la integración económica del país con el resto del continente africano.
Para cumplir con los plazos establecidos, previstos hasta julio de 2027, los responsables del proyecto han implementado un sistema de turnos rotativos que permite mantener las obras activas las 24 horas, por lo que el ritmo de trabajo es constante y meticuloso.
Un gran reto
La magnitud del puente exige una gran precisión técnica ya que los pilares principales se extienden hasta 50 metros de profundidad y alcanzan una altura similar, lo que convierte esta construcción en una de las hazañas de ingeniería más ambiciosas de Marruecos.
Actualmente, el proyecto registra un avance del 30 %, un progreso significativo teniendo en cuenta los desafíos geográficos y climáticos de la zona, marcada por la desertificación, las dunas y los fuertes vientos.