El viaje de una serpiente furtiva acaba con un coche totalmente desmantelado y un olor repugnante en su interior
"El coche necesita una buena limpieza interior, porque tengo excrementos de serpiente".

Una serpiente convirtió el viaje de un padre y su hija en una auténtica aventura, con una operación de rescate de más de dos horas incluida.
Un lector de Etelä-Suomen Sanomat (EI) relata a este medio que el 25 de julio, al subirse al coche junto a su hija, percibió un olor extraño, "como goma quemada". A pesar de lo desagradable del aroma, decidieron continuar el trayecto con las ventanillas abiertas.
Todo transcurría con normalidad hasta que estaban a punto de salir de la autopista. Fue entonces cuando su hija, que viajaba en el asiento trasero, lanzó un grito. Algo se movía justo detrás de ella. "Inmediatamente vio que allí había una serpiente bastante larga", cuenta el hombre.
El reptil, asustado por el alboroto, se deslizó rápidamente hacia el maletero del vehículo. Ante la sorpresa, el conductor se desvió hasta el estacionamiento más cercano, donde pudo detenerse de forma segura y llamar al 911.
Los servicios de emergencia acudieron con rapidez, pero la operación para encontrar a la intrusa no fue sencilla. "La búsqueda del polizón tomó dos horas", explica el conductor. Durante ese tiempo, se desmontó parte de la tapicería, se retiró completamente el asiento trasero y se utilizó una cámara endoscópica para localizar a la serpiente, que finalmente fue hallada dentro de la estructura del coche y liberada.
El coche necesitará una "limpieza a fondo"
Aunque el incidente no dejó heridos, sí causó algunos inconvenientes: "El coche necesita una buena limpieza interior, porque tengo excrementos de serpiente. Tengo que hacerle una limpieza a fondo", lamenta el lector, quien deberá esperar hasta la próxima semana para volver a montar los asientos en un taller.
Según su propia conjetura, podría haberse tratado de una culebra de agua, conocida por secretar un líquido maloliente como mecanismo de defensa. Esta sustancia, según la revista Finlandesa Nature, puede impregnarse en la ropa y resultar difícil de eliminar.
A pesar del susto, el lector agradeció la rápida intervención del equipo de rescate: "Llegaron enseguida y actuaron con profesionalismo".
