Estas son las pruebas para entrar en las fuerzas especiales del Ejército de España
Un proceso para los más preparados.

Entrar en las fuerzas especiales del Ejército español no está al alcance de cualquiera. Para ser parte de este reducido y altamente especializado grupo, los aspirantes deben cumplir varios requisitos básicos. Tienen que haber realizado el servicio militar, tener entre 19 y 30 años y no presentar lesiones ni enfermedades que limiten su capacidad operativa.
El proceso de selección comienza con una batería de exigentes pruebas físicas. Según el Ministerio de Defensa, deben superar una carrera continua de ocho kilómetros en un tiempo determinado, seguida de ejercicios de fuerza y agilidad como flexiones, dominadas y abdominales. La preparación acuática también es fundamental ya que los aspirantes tienen que nadar 100 metros en un tiempo establecido para pasar de fase.
Toda preparación es poca ya que una vez entran en las fuerzas especiales estos soldados de élite participan en misiones de máxima exigencia, caracterizadas por la coordinación, la discreción y un nivel de entrenamiento muy por encima de la media.
Siguientes pasos
Más allá de la fuerza física, la mente es clave. Los futuros miembros de las fuerzas especiales deben someterse a pruebas psicológicas y entrevistas destinadas a evaluar su estabilidad emocional, su capacidad de trabajar bajo presión y sus aptitudes para la toma de decisiones en situaciones límite.
Además , como detalla El Debate, de estar en perfectas condiciones médicas, los candidatos deben superar dos cursos fundamentales. El primero es el de aptitud para Operaciones Especiales, con una duración de entre 8 y 12 semanas, que sirve como filtro inicial.
Posteriormente, quienes continúan el proceso afrontan el curso básico de Operaciones Especiales, de 24 semanas, con entrenamientos especializados, simulaciones y ejercicios en condiciones reales.
