En el pequeño municipio de Hausjärvi, al sur de Finlandia, se ha desatado una polémica por los planes de tala en un bosque antiguo dominado por abetos, parte de una herencia recibida recientemente.

La finca Santala, donada al municipio en 2024, incluye 112 hectáreas de bosques, de los cuales alrededor del 10% se encuentra prácticamente en estado natural. Es una parcela de este bosque primario la que está en el centro del debate, ya que se planea una tala rasa de más de diez hectáreas.

La zona en cuestión se ubica a unos diez minutos en coche del centro de Oitti, junto al lago Rutajärvi. El director técnico del municipio, Jouni Mattsson, ha confirmado a Yle que ya se ha redactado un plan de tala y se están solicitando ofertas para la venta de madera. El objetivo es llevar a cabo la tala durante el otoño, una vez concluida la temporada de anidación de aves.

Alto valor ecológico

Sin embargo, la decisión ha generado críticas por parte de organizaciones ecologistas. El grupo forestal del distrito de Häme del Sur, perteneciente a la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza, inspeccionó el bosque el pasado domingo y constató su alto valor ecológico.

"Hoy en día, estos bosques se ven principalmente en áreas protegidas en el sur de Finlandia. Hay árboles grandes, mucha madera en descomposición y muchos tipos de musgo", explica Marko Vertainen, miembro del grupo.

Se estima que la edad promedio de los árboles supera los cien años, con algunos ejemplares que podrían tener más de 140. Además, se han encontrado especies que solo prosperan en entornos forestales antiguos, como el pájaro carpintero ardilla, hongos especializados y plantas como la solanácea.

La tala planeada forma parte de una estrategia municipal para generar ingresos. En el presupuesto de 2025, Hausjärvi ha proyectado obtener cerca de 400.000 euros por ventas forestales. El alcalde, Pekka Määttänen, justifica la elección de esta parcela argumentando que "se encuentra al final de su crecimiento. Estas otras parcelas forestales siguen creciendo".

Equilibrio entre la ecología y la economía

Ante las críticas por un posible daño reputacional, Mattsson asegura que "las talas se han planificado de tal manera que los lugares más valiosos puedan ser protegidos posteriormente", y apuesta por el equilibrio entre la conservación de la naturaleza y los objetivos financieros.

El domingo, la Asociación de Conservación de la Naturaleza de Riihimäki entregó al municipio una petición para detener la tala hasta realizar un estudio ecológico exhaustivo. Mattsson afirma esa solicitud será revisada por el comité técnico municipal junto con la decisión sobre la venta de la madera.

De momento, en respuesta, se ha propuesto proteger seis hectáreas de bosque junto al lago. "Creo que es la mejor zona, desde el bosque de abetos hasta el hecho de que se va a conservar", señala Määttänen.