Un jefe de policía que fue despedido en enero de 2022 ha sido readmitido en la policía de Helsinki (Finlandia) tras considerar el Tribunal Administrativo de Helsinki que su cese no se ajustó a la legalidad.

Sin embargo, el caso no va a quedar ahí. El jefe de policía, que ha vuelto a su puesto de trabajo tras la sentencia judicial, sospecha que su despido fue una trampa que pudo haber sido tendida por el subdirector.

En consecuencia, el individuo ha presentado una solicitud de investigación para esclarecer si el subdirector de la policía de Helsinki, Heikki Kopperoinen, incurrió en abuso de poder grave con su cese.

Tal y como recoge el medio de comunicación finlandés Iltalehti, el readmitido jefe de la policía considera que en su despido, más allá de vulnerarse sus derechos laborales, se violó su derecho a la intimidad.

El motivo es que el despido se basó en una conversación privada de WhatsApp que mantuvo con un compañero en su teléfono móvil personal. Los mensajes se recopilaron a lo largo de más de tres años y en los mismos no se revelaba la comisión de delito alguno (un hecho que sí que justificaría que los mensajes fueran confiscados).

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