Un conductor de autobús ha perdido su prima de jubilación de 73.000 euros por quedarse con el equivalente a 6 euros, según ha informado Le Parisien. La empresa lo despidió tras comprobar que había desviado esa cantidad de dinero en efectivo mientras trabajaba. La cámara de seguridad instalada en su vehículo registró claramente el momento en que aceptó en mano un billete de un pasajero y no lo declaró.

El trabajador llevaba casi tres décadas al volante. Tras su despido, presentó una denuncia contra la empresa para exigir el pago de su indemnización, que ascendía a más de 12 millones de la moneda local. Un primer tribunal consideró que la sanción era desproporcionada y falló a su favor, pero una instancia superior acabó revocando esa decisión y ratificó el castigo. La resolución definitiva confirmó la retirada completa de la prima.

El incidente se produjo durante un trayecto rutinario, cuando cinco personas subieron al autobús y debían abonar en total una cantidad equivalente a seis euros. El conductor les pidió que depositaran una parte en monedas en la caja de cobro automático y aceptó de forma directa un billete, que luego no introdujo en el sistema ni registró de ninguna manera. Esa omisión, aunque mínima en valor económico, fue interpretada como una falta grave por la empresa.

Pese a que las imágenes lo mostraban claramente, el hombre negó los hechos en una reunión con su superior. Según consta en la sentencia, no era la primera vez que el servicio de transporte lo había reprendido por incidentes anteriores. Este historial influyó en la decisión final y reforzó la postura de la empresa en el proceso judicial.

“Cada chófer trabaja solo y maneja dinero público”

El caso ha generado un fuerte debate público, sobre todo por la severidad del castigo. En su resolución, el tribunal dejó claro que el gesto del conductor, aunque pequeño en apariencia, podía minar la confianza de los ciudadanos en la gestión del transporte. La exigencia de ejemplaridad pesó más que el importe de lo sustraído.

La cantidad que ha dejado de cobrar no es menor. En este tipo de sistemas, las primas por retiro se acumulan durante toda la carrera profesional como una forma de salario diferido. En su caso, la cifra ascendía a unos 73.000 euros, que perderá por completo. El fallo judicial es firme y no admite más recursos.

El responsable del servicio de transporte público, Shinichi Hirai, lo dejó claro: “Cada chófer de autobús trabaja solo y maneja dinero público. Nos tomamos muy en serio cualquier desvío de fondos”.

La empresa no ha facilitado el nombre del trabajador. Aunque no se han presentado cargos penales, el vídeo grabado por la cámara del vehículo, unido a sus antecedentes internos, ha sido suficiente para cerrar el caso en los tribunales. El resultado ha sido demoledor: se ha quedado sin empleo y sin jubilación.