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La carretera de España de la que es imposible no salir mareado del coche por las más de 300 curvas que la forman

La carretera de España de la que es imposible no salir mareado del coche por las más de 300 curvas que la forman

Uno de los recorridos más peligrosos a nivel nacional.

Numerosos coches viajando por carreteraGetty Images

Cuando pensamos en carreteras desafiantes y no aptas para aquellos que padecen de vértigo se nos podrían venir a la mente las sinuosas calzadas del norte peninsular. Pero lo que muy poca gente sabe es que en pleno corazón de Gran Canaria, alejada del ruido urbano y de los altos puertos de montaña peninsulares, se encuentra uno de los recorridos más complicados y con mayor número de curvas que marean a cualquier valiente que se atreve a recorrerlo.

Se trata de la carretera GC-200 que conecta dos localidades emblemáticas del noroeste de Gran Canaria: Agaete y La Aldea de San Nicolás. Ambas ofrecen un contraste único entre mar y montaña, por lo que llegar hasta ellas no es tarea fácil. Este tramo, conocido por sus incesantes curvas y su imponente trayectoria entre acantilados, se ha ganado la fama de ser una de los más peligrosos de España.

Es una experiencia extrema para conductores y motociclistas pero que, sin duda, merece la pena por las increíbles panorámicas que ofrece y la adrenalina de quienes recorren cada kilómetro. A lo largo de los años, las mejoras en la infraestructura han transformado la manera en que se recorre esta vía, pero han logrado conservar su espíritu aventurero. En todo el camino se ubican numerosos miradores que permiten detenerse de forma segura y deleitarse con las vistas. 

Mejoras de la seguridad

Históricamente, la GC-200 ha sido considerada una de las carreteras más peligrosas a nivel nacional. Antes de los años 70, la ausencia de barreras de seguridad derivó en una alarmante cantidad de accidentes, registrándose incluso más de 40 muertes antes de la implementación de medidas de seguridad. Todo ello sumado a los frecuentes desprendimientos de rocas que afectaban la seguridad del tramo.

Esta situación impulsó a las respectivas autoridades a emprender una serie de mejoras en la infraestructura de la carretera orientadas a minimizar los riesgos inherentes a su geografía. Entre los avances destaca la construcción del doble túnel de Faneque, una obra diseñada para evitar el paso por los tramos más peligrosos de la carretera. Con ello se reduce la exposición a posibles desprendimientos y otras condiciones adversas.

No obstante, a pesar de todos los esfuerzos por hacerla más segura, la GC-200 sigue siendo un trayecto donde la falta de iluminación y los posibles derrumbes son algo habitual, por lo que se recomienda a los viajeros recorrerla durante el día, así como verificar siempre el estado del tramo antes de emprender el viaje. En definitiva, esta carretera se consolida como una ruta emblemática que sigue atrayendo a todo tipo de aventureros.