La profesora expulsa a un alumno y al día siguiente recibe un mensaje del padre que le golpea como una bofetada
Habría que pensar antes de escribir.

Todo comenzó con un grupo de alumnos que se negaba a participar en clase. Una profesora en Dinamarca, Anne Draeby Lünell, intentó en varias ocasiones involucrarlos en el desarrollo de la jornada, pero fue imposible, y ante el sinfín de intentos fallidos, consideró oportuno expulsar al alumnado que no quería involucrarse para así evitar que al menos interrumpieran la asignatura.
Habría sido un día más para la maestra si no fuera porque, tras enviar un mensaje a los padres explicando lo ocurrido y animándoles a hablar con sus hijos sobre la importancia de participar en clase, uno de los padres contestó de manera muy agresiva.
Con un mensaje escrito en mayúsculas, este padre cuestionó la profesionalidad de la maestra y su decisión de expulsar a los alumnos. La profesora sintió el mensaje como una "bofetada", dijo en NyHeder. Tanto es así que hasta valoró abandonar su jornada laboral.
La maestra lamentó en el medio danés que este tipo de respuestas sean cada vez más frecuentes, lo que dificulta la relación y cooperación entre docentes y padres. Draeby Lünell considera que la digitalización ha hecho que sea demasiado fácil enviar mensajes impulsivos sin antes reflexionar sobre el impacto que puedan generar, lo que en realidad contribuye a un ambiente de mayor confrontación en lugar de apoyo.
La profesora solo esperaba que su mensaje sirviera para que los padres dialogaran con sus hijos, pero lo que se encontró fue que pusieron en duda su trabajo.