Les pierden las maletas y es de chiste lo que les falta cuando las recuperan: "Se ve que les gustó a los de la zona"
Un robo que ha quedado inmortalizado como una curiosa anécdota.

Según el último informe SITA Baggage IT Insights, la tasa global de equipaje mal gestionado ha mejorado hasta 6,3 incidencias por cada 1.000 pasajeros (0,63%) en 2024 gracias a nuevas tecnologías como las etiquetas electrónicas y los sistemas de seguimiento automatizado. Sin embargo, España figura entre los países con peor registro de equipaje facturado: una de cada 125 maletas se pierde, retrasa o daña, lo que eleva la tasa nacional hasta el 0,8%.
Víctima de este fenómeno fue una pareja que viajó hace unos años a Santo Domingo para celebrar su boda. Tras pasar una luna de miel inolvidable y llenar sus maletas de recuerdos, al aterrizar en Madrid descubrió que su equipaje no había llegado al completo. “Nos llevábamos el típico regalo de cestas del hotel, champán, fruta... La piña no la comimos y la metimos en la maleta”, contaba la mujer en un programa de la COPE.
El matrimonio era perfectamente consciente de que todo aquello que llevaban consigo podía verse a través del escáner en el aeropuerto. Aunque su sorpresa llegó cuando en el vuelo de vuelta les perdieron las maletas y les fueron devueltas 24 horas, pero no al completo. “La dichosa piña había desaparecido y se ve que les gustó a los de la zona”, recuerdan. Pese a que esta fruta tropical era un regalo del hotel, la pareja no se enfadó ante el robo, en su lugar se quedó con esta anécdota como testimonio del peculiar viaje.

Sobre las maletas perdidas
Marina Pachón, supervisora de handling en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, explica que la pérdida de las maletas tiene tres causas principales: el elevado volumen de equipaje, la extensa red de cintas transportadoras y la presión por falta de personal. En caso de que un pasajero pierda la maleta, debe acudir a la compañía con la que viaja y denunciar el hecho, será esta la que gestione la devolución y el importe a devolver en caso necesario.
Eso sí, son muchos los pasajeros que nunca reclaman sus maletas y estas quedan en una oficina de objetos perdidos. En España, algunas compañías organizan subastas públicas de equipajes abandonados, permitiendo a los licitadores pujar tanto por el conjunto de la maleta como por su contenido, cuya sorpresa es parte del atractivo. Sin embargo, otras optan por la donación a proyectos sociales antes de proceder a su venta.
Para evitar disgustos, los expertos recomiendan etiquetar siempre el interior de las maletas con los datos de contacto y facturar lo menos posible. También se sugiere colocar un pequeño rastreador GPS en la maleta facturada, herramienta cada vez más popular entre pasajeros que desean monitorizar la ubicación de sus pertenencias en tiempo real. Además de contratar un seguro de viaje que incluya indemnizaciones por retraso o pérdida definitiva del equipaje.
