Los influencers se frotan las manos por la majestuosa cifra que cobran por una foto en las montañas: "Se promocionan por la gente equivocada"
No son conscientes del año ambiental provocado.

Las redes sociales, o más bien muchos de los influencers que las copan, están convirtiendo muchos destinos turísticos en lugares en los que hacer caja. En las Dolomitas, la cadena montañosa italiana, una simple foto a un influencer puede generarle ingresos de hasta 40.000 euros, según informan en Il Gazzetino. El problema es que todo esto conlleva un riesgo para el lugar que pisan. Al hacerlo únicamente por intereses económicos, sin un conocimiento del entorno que promueven, pueden acabar provocando que una avalancha de sus seguidores vayan al mismo sitio para lograr una foto igual de idílica que luego poder colgar en sus propias redes sociales.
Según el citado medio, este fenómeno de sobreturismo en destinos naturales no es accidental, sino una consecuencia directa del uso muchas veces irresponsable que se hace de las redes sociales. Según Savio Losito, cofundador de Unexpeted Italy, a quien entrevistan en el periódico, el problema es que los influencers no tienen vínculo alguno con lo que promocionan, solo piensan en me gustas y el dinero que generarán, que puede ir desde los 1.500 euros hasta los 8.000 por un reel. Esto hace que sea lucrativo para ellos pero perjudicial para quien habita el destino, que ven cómo su entorno es solo un escaparate sin contexto.
Pero el problema no es solo de los influencers. Muchas de sus fotos o historias en redes sociales son encargadas de manera directa por las administraciones o consorcios turísticos quienes contratan este tipo de contenidos para poder publicitarse pero sin ser conscientes en un principio del daño ambiental que eso puede acabar generando.
Por eso han surgido propuestas como el "Manifiesto por el Turismo Ético" de la ya mencionada Unexpected Italy, que aboga por contactar con viajeros y personas afines a los lugares que visitan. Pretenden así generar un turismo más duradero, respetuoso y enriquecedor para todo el mundo.
La promoción turística, en definitiva, no puede seguir dependiendo de quien tenga más seguidores, sino de quienes tengan un compromiso verdadero con el lugar que muestran.
