Los mineros cruzan la pared que lleva a la súper cueva cargada de cristales preciosos
Pueden llegar a tener un peso de 55 toneladas y 18 metros de largo.

Unos mineros mexicanos, Juan y Pedro Sánchez, han logrado realizar un inesperado descubrimiento en una cueva situada en la mina Naica, ubicada en el estado mexicano de Chihuahua. Conocida como la Cueva de Cristal, su interior estaba repleto de cristales gigantes de selenita blanca, llegando uno de ellos a pesar hasta 55 toneladas y medir hasta 11 metros de largo. Según descubrieron los investigadores, "el cristal crece a una velocidad equivalente al grosor de un cabello cada siglo".
Se tratan, probablemente, de uno de los cristales más grandes de nuestro planeta, y su descubrimiento podría revelar grandes incógnitas sobre el pasado geológico de la Tierra y la evolución. Uno de los aspectos a destacar es que las piedras cuentan con una temperatura de 52º y pueden llegar a alcanzar los 60º con una humedad del 90% y 100%, lo que según expertos citados por El heraldo de Chihuahua, podría matar a un ser humano en 10 minutos, motivo por el cual los investigadores acceden con trajes especiales solo durante 30 minutos para estudiarla.
La formación de los cristales se produjo gracias al magma de la mina de Naica, pues al entrar en contacto con el agua rica en minerales poco a poco comenzaron a surgir estos cristales en un proceso que se ha prolongado a lo largo de millones de años. En el proceso, primero se creó la anhidrita y posteriormente, a menor temperatura, se formó el selenio.
Uno de los ingenieros que trabaja en la mina pudo detectar la gravedad del hallazgo y comenzó a tomar medidas para preservar la cueva, avisando a los científicos que más tarde revelaron microorganismos antiguos en el agua de la cueva. A pesar de que anteriormente se permitía su visita, actualmente el ingreso a esta cueva es difícil y peligroso. Debido a sus condiciones permanece cerrada para el público, pudiendo acceder únicamente los investigadores a su interior.