Myles Murray, joven que donó todo el dinero de su cumpleaños al refugio de animales: "Un honor recibirlo"
El chico no solo realizó un gesto en pos del bienestar animal, sino que se personó en las instalaciones donde los animales se recuperan de sus abandonos y maltratos.

Afortunadamente, encontramos lecciones de solidaridad cada día, y más gratificante aún si vienen de un niño. Se llama Myles Murray, es de Tarbolton, y decidió entregar íntegramente su regalo de cumpleaños a un refugio canino de South Ayrshire, en el suroeste de Escocia. El gesto ha conmovido a voluntarios y vecinos.
Y es que no hace falta llegar a la edad adulta para demostrar sensibilidad hacia el bienestar animal; es más, los más jóvenes lo tienen, por lo general, especialmente elevado frente a los adultos. La historia de Myles, publicada por en el diario local Cumnock Chronicle, lo confirma.
Este niño escocés decidió entregar todo el dinero que recibió por su cumpleaños al refugio Islay-Dog Rescue, situado en Cumnock, a unos 15 kilómetros de su casa. Según explica el diario local, el chico podría haber gastado esa suma en lo típico: juguetes, videojuegos, caprichos... Sin embargo, optó por invertirlo en ayudar a mejorar la vida de perros que habían sufrido abandono o maltrato.
El refugio depende casi por completo del apoyo público y de campañas de recaudación, de modo que cada aportación hace una diferencia real en su capacidad para rescatar animales en peligro.
Una visita inolvidable tras una decisión "para rescatar perros"
Pero, además, Myles quiso entregar su donación en persona, para así de paso ver in situ cómo perros abandonados y maltratados recuperan una vida digna. Llegó al refugio acompañado de su madre, Sarah-Jane, y aprovechó la ocasión para conocer a los perros que esperan adopción, incluidos Agatha y Yanni, dos canes con discapacidad que requieren cuidados especiales.
En la página oficial de Facebook de Islay Dog-Rescue, los voluntarios describieron así el momento con un "tuvimos una visita muy especial hoy", añadiendo que "Myles Murray, de Tarbolton, de visita con su madre, Sarah-Jane. Myles, decidió ahorrar todo el dinero que recibió por su cumpleaños porque quería usarlo para rescatar perros".
El refugio explicaba también que el pequeño es un gran amante de los animales, algo que era obvio a tenor de su altruista decisión: "Este maravilloso joven ama a todos los animales, y tiene dos perros y un caballo", continuaba el mensaje. Para el equipo, recibirlo fue "un honor".
Un refugio que sobrevive gracias a donantes como él
Islay Dog-Rescue es uno de los múltiples refugios comunitarios que sostienen la red de protección animal en Escocia. Su actividad depende de voluntarios y de vecinos que colaboran económicamente en la medida de sus posibilidades. La donación de Myles, aunque procedente de un niño, tiene un valor simbólico y práctico relevante: permite cubrir parte de los gastos veterinarios, alimentación y transporte de perros que llegan en condiciones críticas.
Los gestores del centro han subrayado en distintas ocasiones que cada pequeño gesto contribuye a salvar vidas. La historia de Myles —difundida por el Cumnock Chronicle y replicada en medios locales— se ha convertido en un ejemplo de cómo la solidaridad puede surgir a cualquier edad y en cualquier lugar.
Un ejemplo que inspira en la comunidad
Según el mismo rotativo local, la reacción de los vecinos de Tarbolton y Cumnock no se hizo esperar. El gesto del niño ha sido celebrado en redes sociales y en los grupos comunitarios de la zona, donde muchos usuarios calificaron la actitud de "admirable" y "esperanzadora".
El caso conecta, además, con un patrón creciente: la participación de niños en iniciativas solidarias. Colegios, asociaciones juveniles y refugios de animales han observado en los últimos años una mayor conciencia ética entre menores, especialmente en temas de bienestar animal y sostenibilidad.
