Quiere ahorrarse unos euros al dejar su coche aparcado en un centro comercial durante su viaje y la apuesta le acaba saliendo bien cara
Acabó pagando más que si hubiera dejado su coche en el aeropuerto.

Al viajar en avión, mucha gente elige ir en coche hasta el aeropuerto por un tema de comodidad, libertad de horarios y facilidad al transportar el equipaje. Sin embargo, estas ventajas tienen un precio: los parkings aeroportuarios suelen cobrar tarifas muy elevadas. Ante esos costes, no son pocos los viajeros que buscan alternativas como dejar el coche en parkings cercanos, en centros comerciales o recurrir a aparcamientos menos regulados.
A priori estas pueden parecen soluciones eficaces, pero en ocasiones es peor el remedio que la enfermedad. Esto fue lo que le ocurrió a un viajero italiano que iba a coger un avión en el Aeropuerto de Bérgamo y con el fin de ahorrarse la tarifa del aparcamiento, decidió dejar el coche en un centro comercial cercano. Lejos de conseguir su objetivo, el viajero se encontró a su vuelta numerosas multas que castigaban su iniciativa.
Según recoge el medio italiano Libero Quotidiano, al regresar de sus vacaciones el hombre descubrió una veintena de sanciones pegadas en el parabrisas que, sumadas, rozan los 1.000 euros. La cuantía de cada multa se sitúa en unos 42 euros y se estima que el vehículo estuvo aparcado en el centro comercial cerca de un mes, por lo que todas las sanciones acumuladas equivalen a una suma superior a los 800 euros.
Penado por ley
Según la información publicada en la prensa italiana, el conductor aparcó su coche a finales de julio para evitar abonar las tarifas del parking oficial del aeropuerto y en su lugar dejarlo en las instalaciones del centro comercial Oriocenter, situado a menos de diez minutos andando de los controles de acceso a las puertas de embarque. Una decisión equivocada cuando se tiene en cuenta la ley italiana, algo que el multado pasó por alto.
El Código de Circulación de Italia establece que el aparcamiento de los centros comerciales está exclusivamente reservado a los clientes del mismo, no a usuarios que lo utilicen como alternativa al parking aeroportuario. Por esta razón, los controladores del parking tienen potestad para imponer una multa cada 24 horas a todos aquellos conductores que estacionen ilegalmente su coche en las instalaciones e infrinjan así la ley.
Además, en esa área no está prevista la retirada con grúa, de manera que los vehículos permanecen en el lugar acumulando sanciones. Esto hace que estacionar durante semanas puede convertirse en un gasto muy superior al precio del propio parking del aeropuerto. Más allá del coste económico, el conductor se encontró su vehículo lleno de polvo y con mensajes escritos con el dedo, entre ellos un irónico “Buen regreso”.
