Un país fronterizo de la OTAN mide la cercanía de los últimos ataques rusos y despliega sus aviones de combate
Su proximidad a Ucrania la mantiene en constante alerta desde el comienzo de la guerra, y no ha tardado en implementar medidas importantes ante los últimos movimientos.

Polonia activó en la mañana del martes un amplio dispositivo militar para reforzar la seguridad de su espacio aéreo tras una nueva oleada de ataques aéreos rusos contra el oeste de Ucrania, una región situada a escasos kilómetros de la frontera polaca. La respuesta incluyó el despliegue de aviones de combate tanto polacos como de países aliados, en una operación coordinada bajo el paraguas de la OTAN.
Según informaron las Fuerzas Armadas polacas, la decisión se tomó como medida preventiva ante el riesgo de que los bombardeos rusos pudieran tener efectos colaterales más allá del territorio ucraniano. Además del envío de cazas, se activaron los sistemas terrestres de defensa aérea y se elevó al máximo nivel de alerta la red de radares encargada de la vigilancia del espacio aéreo nacional.
El mando operativo del ejército explicó, a través de un comunicado difundido en la red social X, que estas actuaciones no responden a un ataque directo contra Polonia, sino a la necesidad de garantizar la seguridad del país y de sus ciudadanos en un contexto regional altamente volátil. “Se trata de acciones de carácter preventivo destinadas a proteger el espacio aéreo, especialmente en las zonas próximas a áreas consideradas de riesgo”, señaló el mensaje oficial.
La cercanía geográfica de los ataques rusos ha generado inquietud recurrente en los países del flanco oriental de la OTAN desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2022. En varias ocasiones anteriores, Polonia ya había activado protocolos similares tras la detección de misiles o drones rusos operando cerca de su frontera, así como después de incidentes en los que proyectiles cayeron accidentalmente en su territorio.
Fuentes militares subrayan que este tipo de despliegues forman parte de los procedimientos estándar de la Alianza Atlántica cuando se producen escaladas militares cerca de sus fronteras. El objetivo principal es reaccionar con rapidez ante cualquier posible violación del espacio aéreo aliado y evitar errores de cálculo que puedan derivar en una crisis mayor.
El oeste de Ucrania, aunque más alejado de las líneas de combate en el este y el sur del país, se ha convertido en un objetivo estratégico para Rusia debido a su importancia logística. En esta zona se concentran infraestructuras clave, rutas de suministro y centros utilizados para la recepción de ayuda militar occidental, lo que explica el aumento de los ataques en las últimas semanas.
Desde Varsovia, el Gobierno insiste en que la situación está bajo control y que no existe una amenaza inmediata para la población civil. Sin embargo, el despliegue de aviones aliados también envía un mensaje político claro: la OTAN permanece vigilante y preparada para defender cada centímetro de su territorio.
Este nuevo episodio refleja hasta qué punto la guerra en Ucrania sigue teniendo un impacto directo en la seguridad regional europea. A medida que el conflicto se prolonga y se intensifican los ataques cerca de las fronteras de la Alianza, países como Polonia continúan desempeñando un papel clave como línea de contención entre la guerra y el territorio aliado.
