Revelan el secreto de la familia más longeva del mundo: todos comían la misma comida con los mismos ingredientes todos los días
Buettner ya había documentado que en las Zonas Azules, desde Cerdeña hasta Okinawa, la alimentación basada en plantas y la repetición de comidas tradicionales desempeñan un papel fundamental.

A veces, los secretos mejor guardados sobre la longevidad no están en fórmulas complejas, sino en hábitos sorprendentemente sencillos. El portal rumano Libertatea ha recogido el caso de la familia Melis, originaria de Cerdeña, cuya extraordinaria esperanza de vida llamó la atención del autor Dan Buettner durante su visita a las llamadas Zonas Azules. Su rutina alimentaria, repetida casi a diario durante décadas, parece haber sido una de las claves de su excepcional salud.
En 2012, los Melis entraron en el Libro Guinness de los Récords como la familia más longeva del mundo. Nueve hermanos que superaron edades muy poco frecuentes, con ejemplos tan llamativos como Consolata Melis, fallecida en 2015 con 108 años. También figuran los casos de Claudina, que murió con 103 años, María con 100 y Antonio con 97. Aunque la genética desempeña un papel relevante, los expertos señalan que su estilo de vida podría haber sido igual de determinante.
Según recoge Libertatea, Buettner explicó que la familia mantenía una dieta basada casi en su totalidad en productos vegetales, centrada en un almuerzo fijo que nunca variaban: pan de masa madre y una sopa minestrone hecha con tres tipos de legumbres y abundantes verduras. En palabras del investigador, "siempre incluía garbanzos, frijoles pintos y frijoles blancos". Esta combinación, habitual en la tradición sarda, resulta especialmente beneficiosa para la salud intestinal.
La dietista Samantha Cassetty, citada igualmente por el medio, subraya que las personas que alcanzan edades muy avanzadas suelen tener un consumo constante de legumbres. No es casual. Los frijoles y garbanzos aportan proteínas de origen vegetal, fibra y micronutrientes esenciales como folato, magnesio o vitamina B6. Además, favorecen un intestino equilibrado, un elemento que los especialistas consideran clave para una vida más larga y con mejor calidad.
La sopa que preparaban los Melis, rica en ingredientes sencillos pero nutritivos, funcionaba como un refuerzo diario para el organismo. La fibra contribuye a regular el metabolismo, las proteínas vegetales sostienen la masa muscular y la combinación de verduras y legumbres incorpora antioxidantes que ayudan a proteger las células del envejecimiento.
Buettner ya había documentado que en las Zonas Azules, desde Cerdeña hasta Okinawa, la alimentación basada en plantas y la repetición de comidas tradicionales desempeñan un papel fundamental. La familia Melis encaja a la perfección en este patrón: platos humildes, ingredientes de proximidad y una rutina alimentaria muy estable.
