Un banco y una inmobiliaria convierten al propietario de un piso en okupa de la noche a la mañana: "Me da miedo salir a por el pan"
Ha alarmado de su situación a través de los medios.

Un banco y una inmobiliaria han convertido al propietario de un piso en okupa de la noche a la mañana y ha alzado la voz sobre la surrealista situación que está viviendo: "Me da miedo salir a por el pan".
Según ha informado Diario de Ibiza, Toni Fernández ha sido objeto de análisis por un banco, una agencia de cobro y una inmobiliaria en su propia vivienda en Sant Josep, en el municipio de Ibiza.
El hombre, de 41 años, había vivido con normalidad en su domicilio hasta que fue diagnosticado con depresión y desde entonces vive encerrado en casa por miedo a que puedan entrar a ella.
Aunque él es el legítimo propietario del apartamento de 40 metros cuadrados, la inmobiliaria puso a la venta la vivienda en "diez o quince" portales inmobiliarios: "La gente viene a mi casa, toca a la puerta y me dice: ‘Queremos comprar el piso, pero hemos leído que eres un okupa. ¿Por qué no te vas?".
El protagonista compró la vivienda en el año 2008. Lo hizo con una hipoteca de algo más de 156.000 euros. Debido a una absorción de la entidad bancaria con la que la solicitó, hubo un problema judicial por las cláusulas suelo y la justicia obligó a varios bancos a reintegrar lo que sus clientes pagaron.
"Iniciamos un litigio porque en el banco ya no solo se negaban a devolverme mi dinero, sino que tampoco querían descontármelo de las cuotas", ha contado. Pero, finalmente, la justicia dio la razón al Banco Santander y dictaminó la ejecución hipotecaria.
En un recurso presentado ante la Audiencia Provincial de Palma, el hombre logró recibir la razón. Pero, aunque no tenía ningún problema con su hipoteca, comenzaron las presiones: "Decían que habían ganado el caso y que el piso era suyo. Mi abogado les mandaba la sentencia y seguían encabezonados, hasta que dejaron de contestar a los correos. Era blanco y en botella en el paseo de los lácteos, pero no les entraba".
Desde entonces, su vida es un calvario y él mismo explica que solo sale un día a la semana para ver a sus amigos y va "acojonado" de que "me entren en casa o de que alguien se quiera tomar la supuesta justicia por la mano".
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