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Un biólogo rompe el mensaje de los ecologistas y pide sacar el lobo en zonas de España: "Es falso que esté en peligro de extinción"

Un biólogo rompe el mensaje de los ecologistas y pide sacar el lobo en zonas de España: "Es falso que esté en peligro de extinción"

Juan Domingo Delibes de Castro apunta que la población crece incluso en territorios donde hacía años que no se veían ejemplares

Protesta contra la caza del lobo ibérico convocada por PACMA.Marcos del Mazo

En plena feria del salmón, en la localidad asturiana de Cornellana, el biólogo Juan Domingo Delibes de Castro dejó claro que no comparte uno de los grandes dogmas del ecologismo militante: “Es falso que el lobo esté en peligro de extinción”. Lo soltó sin rodeos, en una charla pública donde defendió que la especie está en expansión y que sería razonable permitir la extracción de algunos ejemplares para mantener el equilibrio en determinadas zonas. A su juicio, el crecimiento de las manadas es evidente no solo en España, sino también en países como Francia o Italia, donde la presencia del lobo empieza a ser habitual en regiones donde llevaba décadas sin aparecer.

Delibes de Castro, exinvestigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, respaldó sus palabras con datos. Explicó que los censos de organismos oficiales y entidades privadas demuestran que la especie está en crecimiento. El Diario de León recoge que, según el último censo oficial de 2023, la población de lobos en Castilla y León aumentó un 8%. Y no es el único territorio: varias comunidades autónomas ya han detectado ejemplares en zonas donde no se veían desde hacía años. Para el biólogo, negar esta evidencia científica y sostener que el lobo va a extinguirse no solo es inexacto, sino contraproducente.

“Hablar del lobo es como encender una cerilla en un polvorín”, advirtió. Con esta frase resumió un debate que, según dijo, ha dejado de ser técnico para convertirse en un choque de trincheras. De un lado, quienes no quieren ver ni un solo lobo en el monte; del otro, quienes lo defienden con fervor casi religioso. “Lo abordan desde la moral o la ética, pero no desde la realidad”, lamentó. El biólogo insistió en que el problema se ha contaminado con pasiones que poco tienen que ver con los datos científicos, y que la solución pasa por aceptar que no se puede imponer una visión única sobre el terreno.

Control sin criminalizar al lobo

Delibes no se declara enemigo del lobo, al contrario. Le gustaría verlo recuperar parte de los territorios que antaño ocupó, pero siempre que eso no se traduzca en una carga insoportable para quienes conviven a diario con el animal. “No a costa de una minoría”, dijo, en referencia a los ganaderos. Recordó que muchos de ellos ni siquiera reciben las compensaciones prometidas por las administraciones cuando los lobos atacan sus rebaños. A esa realidad, se suma el avance sostenido de las manadas, que en España han sido controladas de forma muy limitada: según explicó, las extracciones nunca han superado el 5% del total. En Francia, en cambio, se permite retirar hasta un 19% y la población sigue creciendo.

La tensión ha ido a más desde que el Congreso aprobara en marzo la salida del lobo del Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE), una medida que llegó como enmienda al proyecto de ley contra el desperdicio alimentario. Delibes de Castro considera que esa decisión ha reabierto un enfrentamiento que ya venía de lejos, pero ahora con posturas más radicalizadas y menos espacio para el consenso. En su opinión, el debate se ha instalado en un terreno emocional donde los gritos y los eslóganes han sustituido al análisis riguroso.

Por eso, y pese a las resistencias, insiste en que la gestión del lobo debe abordarse con criterios científicos, atendiendo tanto a la realidad de la especie como a la de los sectores afectados. Ni eliminarlo del mapa ni blindarlo sin condiciones. Delibes no propone una solución mágica, pero lanza un mensaje claro: si no se combina información con equilibrio, el conflicto seguirá encallado.