Un ladrón irrumpe en una casa, se pega un gran festín y acaba saliendo con los dientes limpios
Pueden darse por satisfechos tras valorar las consecuencias.
Una familia de cinco personas vivió una experiencia digna de película de suspense en su casa, cerca de Klaukkala, en Finlandia. Durante la noches, mientras todos dormían, un ladrón irrumpió en la vivienda armado con un hacha, entró por una pequeña ventana del baño y pasó horas dentro sin que nadie se percatara.
El intruso no solo rebuscó en bolsas, armarios y cajones, sino que también se permitió comer tranquilamente en la cocina: yogur, salchichas, frambuesas y hasta una bolsa de patatas fritas del frigorífico. "Me sorprendió ver que había comido ahí mismo mientras dormíamos a pocos metros", relató el padre al diario local Ilta-Sanomat.
El robo tuvo lugar la noche anterior al solsticio de verano, tras una jornada larga para la familia. A pesar de que algunas luces quedaron encendidas -algo que no inquietó lo más mínimo al ladrón- el hombre pudo forzar varios espacios, accedió al coche familiar, donde encontró las llaves puestas, y acabó llevándose dinero, objetos personales y una bicicleta eléctrica valorada en unos 4.000 euros.
Uno de los detalles más dolorosos para la familia fue el robo de 750 euros en efectivo que el hijo menor acababa de recibir en forma de regalo por su confirmación. Pero eso no fue todo, ya que también les desapareció un billete de 100 dólares antiguo, el anillo de compromiso de un familiar y varias baratijas guardadas en la planta baja.
El hacha utilizada para romper la ventana, según se descubrió después, fue tomada de un cobertizo de la misma propiedad. A pesar del susto y la audacia del intruso, apenas dejó daños materiales, más allá del cristal roto.
La policía investiga el caso como un robo con agravantes y ha señalado su carácter inusual. "En toda mi carrera, puedo contar con una mano los casos parecidos en los que he trabajado", afirmó el inspector jefe Anssi Murto, de la comisaría de Hyvinkää. Lo que más le sorprendió fue el descaro del ladrón. "Ni siquiera horneó pan, pero estuvo mucho rato dentro. Lo más increíble es que nadie se despertará", comentó con ironía.
Aunque no se descarta relación con otro robo ocurrido el mismo fin de semana en la zona, los investigadores creen que los perfiles no coinciden. En ese otro caso, el saqueo fue desordenado y los autores ya habrían confesado.
Tras este suceso, la familia ha reforzado su seguridad con cámaras tanto dentro como fuera de la vivienda. A pesar del desconcierto, el padre se consuela pensando que el intruso evitó causar más destrozos: "No tocó los móviles ni los ordenadores, y dejó las llaves. No sé si fue deliberado o si simplemente se centró en lo que tenía a mano", afirmó.
Por su parte, la policía ha recordado que si alguien se encuentra con un intruso en casa, lo más recomendable es mantener la calma, evitar la confrontación directa y contactar de inmediato con emergencias.
