Un repartidor de Glovo trabaja 14 horas al día para ganar dinero para el tratamiento de su novia: "A veces siento que ya no puedo más, pero sigo adelante"
Una historia marcada por el amor y la adversidad
Lo que para muchos es un simple trabajo temporal, para él se ha convertido en una carrera contrarreloj por amor. Un joven repartidor rumano de Glovo recorre las calles hasta 14 horas al día para reunir el dinero necesario con el que poder paagr el tratamiento médico de su novia, gravemente enferma tras un accidente.
La protagonista de esta historia se llama Luana, una joven que vio cómo su vida cambiaba drásticamente tras sufrir un grave accidente. Fue atropellada por un coche mientras cruzaba un paso de peatones. Aunque logró sobrevivir, las secuelas fueron devastadoras, ya que los médicos le diagnosticaron síndrome de dolor regional complejo, una afección crónica que provoca dolor intenso, inflamación y sensibilidad extrema en la piel.
Para que su estado no empeore, Luana necesita recibir tratamiento especializado de forma urgente. Sin embargo, en Rumanía las opciones son muy limitadas, y las terapias que podrían aliviar su sufrimiento solo están disponibles en el extranjero.
Según el medio local CanCan, para explicar lo que siente la joven, es como si tuviera entre 30 y 40 dientes infectados al mismo tiempo. El dolor es constante, y los medicamentos o sesiones de fisioterapia solo ofrecen un alivio temporal.
“A veces siento que ya no puedo más”
Ante esta situación, su novio —quien se gana la vida como repartidor de Glovo— decidió no rendirse. Para ayudar a Luana, trabaja entre 12 y 14 horas al día, recorriendo las calles sin descanso. Su jornada empieza temprano por la mañana y termina entrada la noche, sin días libres ni tiempo para sí mismo.
“No tengo otra opción. Mi novia tuvo un accidente hace dos años, y cuesta muchísimo dinero cubrir el tratamiento”, contó emocionado en una entrevista publicada por el medio CanCan. Aunque reconoce que a menudo el cansancio lo supera, sigue adelante impulsado por el amor y la esperanza. “A veces siento que ya no puedo más, pero sigo adelante", añadió.
Una carrera contrarreloj
Según cuenta en la entrevista, el tratamiento que Luana necesita debe realizarse en Estados Unidos y tiene una duración de entre cuatro y cinco meses, con un coste total estimado de 140.000 euros. Hasta el momento, la pareja ha logrado reunir unos 61.000 euros, pero aún faltan cerca de 80.000 para poder iniciar el proceso médico.
“Tiene mucho dolor y los tratamientos que recibe aquí apenas la ayudan. Quiero que no pierda la esperanza. Aunque tarde más, sé que llegará el día en que vuelva a estar bien”, afirma el joven con determinación.