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Una cosecha abundante se consigue con el súper fertilizante que todos tiramos por el inodoro varias veces al día

Una cosecha abundante se consigue con el súper fertilizante que todos tiramos por el inodoro varias veces al día

Una experta lo describe como una especie de "Red Bull" para tomates y otras plantas hambrientas de nutrientes.

Jardinería, diferentes flores de primavera y verano, herramientas de jardinería sobre mesa de jardín.Getty Images/Westend61

Quitarse el pañal es uno de los procesos más importantes en la etapa de crecimiento de los niños. Y, a veces, puede revelar alguna sorpresa, como le pasó a Ann-Kathrin Schöll, quien describe en Gofeminin el desafío al que se enfrentó cuando descubrió que su hijo, en pleno proceso de aprendizaje, tenía la costumbre de orinar en el jardín.

Su primera reacción fue la de muchos: "¡Oh no, se acabó mi lecho de plantas perennes!". La orina, en su mente, era el enemigo de las plantas. Sin embargo, después de investigar un poco, se dio cuenta de que este líquido aparentemente indeseado podría ser, en realidad, un potente fertilizante para el jardín.

"Me sorprendió mucho saber que la orina puede ser un fertilizante bastante eficaz cuando se usa correctamente", comenta Schöll. La autora del artículo explica que la orina contiene nutrientes clave como nitrógeno, fósforo y potasio, los cuales son fundamentales apra el crecimiento de las plantas. 

"El nitrógeno, en particular, está contenido en grandes cantidades, y eso es exactamente lo que muchas plantas necesitan", precisa. De hecho, describe la orina como una especie de "Red Bull" para tomates y otras plantas hambrientas de nutrientes.

La clave para convertir la orina en el mejor fertilizante

La mayor ventaja de esta solución es que es "gratis, fácilmente disponible, orgánica". Pero, como en todo, la clave está en la aplicación adecuada. La regla fundamental es diluir la orina antes de usarla como fertilizante. "La orina pura daña las plantas", alerta Schöll, destacando que una proporción de 1:10 (una parte de orina por diez partes de agua) es la más recomendable. Si se tiene más cuidado, una dilución de 1:20 también puede funcionar.

Además, es recomendable regar siempre directamente sobre la zona de la raíz y "nunca sobre las hojas". "Todo debe hacerse por la noche si es posible, para que el olor no se desarrolle tanto y no caiga el sol sobre él", señala la experta.

También hay que tener en cuenta que no se debe usar si se está tomando medicamentos, como antibióticos, ya que los residuos de estos pueden terminar en el suelo. Además, las personas que fuman también deben evitar esta práctica debido a los contaminantes que se pueden transferir al jardín.

Las plantas que mejor reciben este fertilizante

Con sus limitaciones, la orina se presenta como una gran opción para sacar el máximo partido a nuestro jardín, especialmente con este tipo de plantas: 

  • Verduras y hierbas: tomates, calabacines, calabazas, pimientos, chile, apios, y puerros.
  • Plantas perennes y plantas con flores: rosas, girasoles, dalias y malvarrosas.
  • Frutas y bayas: frambuesas, moras, árboles frutales (manzanos, perales, ciruelos) y melones.
  • Césped y setos: ligustre, laurel de cerezo y arborvitae.

No obstante, también hay plantas que no toleran la orina o requieren un procedimiento especial:

  • Plantas jóvenes y plántulas: Schöll recomienda no fertilizarlas directamente con orina porque "son demasiado sensibles".
  • Condiciones muy secas: si el suelo está muy seco, la orina puede aumentar el riesgo de que las raíces se quemen. 
  • Plantas en maceta: "Pueden empezar a oler y sobrefertilizarse rápidamente".

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