Una presentadora del tiempo de la BBC explica por qué a veces fallan las predicciones meteorológicas
Su respuesta a por qué a veces llueve cuando han dado sol, por ejemplo.

Carol Kirkwood, presentadora del tiempo de la BBC, está acostumbrada a que muchas personas la paren y le pidan explicaciones de por qué llovió un día que dijo que iba a hacer sol o viceversa. Así lo cuenta en un extenso artículo en la web de la radiotelevisión pública británica en el explica por qué los pronósticos hay ocasiones en los que son muy distintos a lo que acaba pasando en la realidad.
En primer lugar, resalta lo mucho que ha avanzado la tecnología en su campo, que permite hacer ahora predicciones mucho más exactas que hace años. Lo que ocurre es que, aunque ahora son correctas en un altísimo porcentaje, puede haber días en los que fallen, lo que termina llevando a algunas personas a desconfiar de los vaticinios de los meteorólogos.
Para la veterana de la BBC, en esta percepción influyen las grandes expectativas, "que han aumentado en nuestro mundo de acceso a la información las 24 horas del día", y la dificultad de condensar y comunicar una cantidad ingente de datos, a menudo en un espacio televisivo muy acotado en minutos.
"La respuesta también está en la naturaleza complicada de la meteorología. Es una ciencia delicada y cualquier pequeña inexactitud puede distorsionar las cosas o desbaratarlas", agrega. "También es fácil olvidar que pronosticar es justamente eso: predecir", subraya.
Kirkwood explica que ahora los meteorólogos "producen pronósticos conjuntos, donde pueden ejecutar 50 modelos diferentes, todos con ligeras variaciones": si todos van en la misma línea, es muy posible acertar. Si los resultados divergen, entonces la fiabilidad es menor y ese es el motivo, puntualiza, por el que en las apps del tiempo "es posible que veas un 10 % de probabilidad de lluvia en tu zona".
Sobre el posible impacto de la inteligencia artificial en su campo, señala que puede mejorar mucho la precisión, pero a la vez existe el riesgo de quedar abrumados por toda esa información, con pronósticos que puedan actualizarse con incluso demasiada frecuencia.
