Una viuda de 90 años lanza un desgarrador llamamiento desde la residencia de ancianos: "Cuéntame sobre tu día, alguna anécdota"
: "Cuéntame sobre tu pueblo, tu día, una anécdota, un recuerdo, un sueño o cualquier otra cosa que tengas en mente. Lo leeré con la misma atención que un regalo".

Encontrar compañía puede convertirse en una necesidad vital cuando la edad avanza, y eso es justamente lo que ha llevado a Liliane, una mujer francesa cercana a los 90 años, a realizar un gesto tan sencillo como profundo: pedir cariño en forma de cartas. El medio alemán Focus ha recogido su historia, que ha emocionado a miles de personas en Europa.
En su mensaje, publicado en Facebook, Liliane deja claro que, aunque las fuerzas físicas disminuyen, las ganas de conectar siguen intactas. "Me llamo Liliane y en unos meses cumpliré 90 años", escribe con ternura. Añade que esta etapa de la vida llega "con menos fuerzas, pero con un corazón aún muy fuerte". Su deseo era tan simple como humano: recibir cartas y postales de personas conocidas o desconocidas que quisieran compartir un pedacito de su vida con ella. "Me gustaría recibir cartas y postales de personas que me conocen, o quizás aún no", pedía.
Viuda desde hace años y residente en un centro de mayores desde hace dos, Liliane explica que allí ha encontrado tranquilidad. Describe su habitación como un pequeño refugio lleno de recuerdos, libros y fotografías. La lectura y la escritura se han convertido en sus grandes compañeras. "En las cartas, encuentro un mundo al que aún puedo viajar. El correo es un tesoro para mí", confiesa. Y remata su mensaje con una invitación que desarma: "Cuéntame sobre tu pueblo, tu día, una anécdota, un recuerdo, un sueño o cualquier otra cosa que tengas en mente. Lo leeré con la misma atención que un regalo".
Lo que no esperaba era la respuesta abrumadora que recibiría. Apenas diez días después, su buzón se había transformado en una ventana abierta al mundo. "Llegaba de todas partes, de Pau, de Lyon. Lo recibí de islas, de médicos, nietos y profesores", relató a RTL.fr, sorprendida y agradecida. Pese al aluvión, afirma estar decidida a contestar a todas las cartas.
La historia de Liliane no solo conmueve, sino que pone el foco en una realidad creciente. Reimer Gronemeyer, sociólogo alemán citado por Focus, advierte que "nunca antes tantas personas mayores se habían sentido tan solas como hoy". Explica que antes existían redes familiares, parroquias o asociaciones que actuaban como soporte, pero muchos de esos vínculos se han debilitado. Datos del Instituto Robert Koch reflejan esa tendencia: casi un 29 por ciento de las mujeres mayores de 80 años reconoce sentirse sola.
