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Dos ancianos solitarios con dolencias piden ayuda para llenar su nevera, llaman a la puerta y es una patrulla

Dos ancianos solitarios con dolencias piden ayuda para llenar su nevera, llaman a la puerta y es una patrulla

Un gesto de dos agentes de los carabinieri, en Turín, destapa la dura realidad de muchos mayores que viven solos y sin apoyo.

Una mujer mayor comprueba que no hay nada de comer en su nevera.Getty Images

El aviso llegó a la central de los carabinieri de Turín el lunes por la mañana. La llamada no era una denuncia ni una alerta por disturbios. Tampoco un accidente ni un robo. Era una petición tan sencilla como dolorosa: "Tenemos la nevera vacía y no podemos salir a hacer la compra. ¿Podéis ayudarnos?". Al otro lado del teléfono, una pareja de ancianos que vive sola en la ciudad, que siguen siendo autónomos, pero que llevaban días sin poder salir de casa por culpa del calor asfixiante y los achaques propios de la edad, según Torino Today.

La respuesta no se hizo esperar. En vez de colgar o derivar la llamada a servicios sociales, desde la comandancia se activó a una patrulla de carabinieri motorizados. Poco después, dos agentes llamaban a su puerta, no con un parte ni con un bloc de multas, sino con una bolsa de la compra y una caja de agua. Leche, pan, algo de fruta, productos básicos para poder tirar unos días más sin tener que forzarse a salir a la calle.

La historia se ha hecho viral en Italia y ha reabierto el debate sobre la soledad de los mayores. En este caso, no se trataba de personas totalmente dependientes, sino de un matrimonio que, como tantos otros, vive al límite de la autosuficiencia. Basta un golpe de calor, una bajada de tensión o un dolor de rodilla para que ir al supermercado se convierta en una odisea.

Según Torino Today, los ancianos no solo se mostraron agradecidos, sino que “casi se emocionaron” con el gesto. La presencia de los agentes, que olvidaron por un momento su papel habitual, les dio tranquilidad y les devolvió un poco de seguridad. “Están bien”, explicaron después los carabinieri, que aseguraron que en breve volverán a encargarse por sí mismos de las pequeñas gestiones diarias, como siempre han hecho.

El suceso no esconde dramas ni tragedias. No hay un final impactante ni una denuncia de por medio. Solo una escena que refleja una realidad silenciosa: la de los mayores que, sin ayudas formales ni redes familiares cerca, siguen afrontando solos las pequeñas batallas del día a día. Y que, de vez en cuando, se atreven a pedir ayuda. En este caso, con la suerte de que alguien al otro lado escuchó.