Un túnel submarino de siete kilómetros se está desintegrando, los investigadores dan con la causa y lanzan una seria advertencia
Todo por culpa de unas bacterias que se alimentaban de los minerales del hormigón.

Un túnel submarino de 7,3 kilómetros bajo el fiordo de Oslo está experimentando un deterioro inusual del hormigón proyectado, con una velocidad de hasta un centímetro por año. Investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, han identificado la causa: bacterias que se alimentan de los minerales del hormigón, debilitando gradualmente su estructura y aumentando su porosidad.
El túnel, inaugurado en el año 2000 y abierto al tráfico pesado desde 2022 tras instalar un nuevo sistema de ventilación, había limitado los vehículos pesados desde 2017 a raíz de un incendio. Los estudios muestran que las bacterias forman biopelículas en el hormigón, acelerando la corrosión del refuerzo y, en casos extremos, penetrando hasta diez centímetros en cinco años.
Aunque el hormigón es inicialmente muy alcalino, el pH disminuye con el tiempo, favoreciendo la proliferación bacteriana. El fenómeno es más pronunciado en túneles expuestos a agua de mar, aunque los expertos creen que también podría ocurrir en instalaciones con agua dulce. Britt-Marie Wilén, profesora de ingeniería ambiental de Chalmers, explica al medio especializado Tekkniikka, que “este tipo de biopelícula es una señal de advertencia bastante clara” y recomienda monitorear pH, flujo de agua y extensión de las biopelículas para aplicar nuevas capas de hormigón si es necesario.
La investigación ha sido publicada en la revista Nature Scientific Reports y recuerda que la meteorización biológica, aunque conocida, ha sido poco estudiada en estructuras de este tipo.
