Viven 15 años ocultos en Disneyland sin que nadie se diera cuenta: 120 metros cuadrados en la 'Casa de los Papas'
Son los únicos residentes que ha tenido el parque.

El sueño de muchos niños —y no tan niños— es visitar Disneyland, ese parque temático icónico donde la magia se hace realidad y los cuentos cobran vida. Con sus castillos imponentes, personajes entrañables caminando entre los visitantes y una amplia variedad de atracciones emocionantes, este lugar se ha ganado su fama como uno de los destinos más felices del planeta.
Pero… ¿y si pudieras vivir allí, dentro de ese mundo de fantasía permanente? ¿Te has imaginado alguna vez despertar cada mañana rodeado de magia, como si fueras parte de tu propia película de Disney?
Aunque suene increíble, una pareja estadounidense logró vivir en Disneyland durante nada menos que 15 años. Se trata de Owen y Dolly Pope, un matrimonio con amplia experiencia en el manejo de caballos y ganadería, que recorría California ofreciendo espectáculos ecuestres.
Su vida dio un giro inesperado cuando fueron contratados por el propio Walt Disney, quien los eligió como cuidadores y entrenadores de caballos en Frontierland, una zona del parque inspirada en el Salvaje Oeste. Así, los Pope no solo trabajaron en Disneyland desde sus inicios, sino que también se convirtieron en los únicos residentes del parque, habitando en una pequeña casa construida especialmente para ellos dentro del recinto.
Antes de que Disneyland abriera al público en 1955, los Pope vivieron en una casa rodante dentro de los estudios mientras Owen construía establos. La caravana estaba estratégicamente ubicada para que el matrimonio pudiera realizar sus labores de cría, cuidado y entrenamiento de los caballos sin tener que desplazarse demasiado. Más tarde, se les dio a elegir una vivienda en condiciones que fue conocida como “The Pope House”, o “La casa de los Papas” en castellano, pasando completamente desapercibida para el público.
Una vida en Disneyland
Esta nueva residencia contaba con una superficie de 120 metros cuadrados y estaba situada detrás del rancho de los animales. De esta forma, Owen y Dolly vivieron y trabajaron en el parque durante 15 años, encargándose de gestionar la llamada “Pony Farm”, donde los caballos eran auténticos protagonistas. Esta atracción pronto se convirtió en uno de los espacios más interesantes del complejo, atrayendo a numerosos niños entusiasmados por los animales.
En poco tiempo el matrimonio se convirtió en una parte muy importante en la gestión del parque, ya que el personal de Disney los visitaba regularmente para preguntarles en qué podían mejorar los espectáculos y qué era lo que la gente quería ver. Gracias a ello, Disney consiguió unos resultados financieros brutales y se planteó la idea de expandir este negocio en otras partes del mundo.
De hecho, mientras se construía el Walt Disney World en la otra punta de Estados Unidos, Owen fue el encargado de construir los arneses para los caballos del nuevo parque, todo ello desde su casa en California. No fue hasta 1971 que la pareja se mudó a Florida para supervisar la construcción del área de Fort Wilderness Resort en el nuevo recinto, trabajando aquí hasta 1975, cuando ambos se jubilaron.
Tras la mudanza, “The Pope House” quedó abandonada pero, lejos de ser destruida, fue trasladada a un área cercana al parque que es propiedad de Disneyland aunque de acceso público. En la fachada de la residencia se puede ver una placa identificativa que cuenta la historia del matrimonio y honra su trabajo. Eso sí, en la ubicación original de la casa ahora se sitúa el aparcamiento del Halcón Milenario de la zona del parque dedicada a Star Wars.
