Vuelve un mítico bar de Barcelona con los precios en pesetas para convertirse en la marisquería del barrio
El interés vecinal es "una magnífica señal".

Un bar que no ha pasado a la era del euro por gusto. El barcelonés bar Mundial reabre esta semana después de un paréntesis de cinco años y cuando cumple sus primeros 100 años. Todo un acontecimiento en la ciudad, pero sobre todo, para los vecinos del barrio. La propuesta de valor: la comida se paga en pesetas.
En declaraciones recogidas por la revista Hule y Mantel, Guillem Fructuoso, responsable de prensa del grupo hostelero Grup Confiteria, asegura que "durante las obras muchos se asomaban para preguntar y saber cuando estaría abierto". Él mismo explica que han conservado la estructura original del local, puesto que apuestan por el continuismo. "Hemos cuidado cada detalle de la decoración".
´Tal y como reza el digital, que estuvo presente durante la fiesta de apertura, "pareció un acontecimiento insólito", y "más en el barrio del Born". El evento fue presentado por la familia propietaria y sus amigos: "Un carácter popular que se quiere mantener también en los precios, simbólicamente presentados en pesetas". Aunque confiesan que "se acabará llenando de turistas", el interés vecinal es "una magnífica señal".
En cuanto a la carta, "también está cuidada al detalle", y predominan los productos del mar. "Hay muy buenas frituras, conservas, tres guisos fijos, bocadillos también muy marineros (de pulpo frito y pepito de atún), sepia a la plancha, mejillones...". Por ello, se autodefinen como "marisquería de barrio", y también tienen un amplio abanico de postres "infalibles", como las milhojas del Forn Vilamala, "otro bastión de resistencia del barrio del Born".
De acuerdo a la información difundida, este local es un lugar de encuentro habitual para intelectuales de la década de los sesenta y los setenta. Tal y como recaba el medio, Gabriel García Márquez aseguro en el local: "Tort, si yo hubiera conocido antes este bar hubiera escrito Mil Años de Soledad". "En honor a la familia Tort por mantener viva el alma del Mundial y el espíritu del Born durante estos años", se lee en una de las placas que decoran la fachada del lugar.
