Adiós al mal aliento: una experta en cocina señala el paso definitivo para que tus sofritos nunca repitan
El orden y la técnica a la hora de elaborar uno de los elementos más determinantes de la cocina española puede variar decisivamente en el sabor que deja en el paladar.

El sofrito, piedra angular de la cocina española, es mucho más que una simple mezcla de ajo y cebolla. Cristina Álvarez, directora de Cocina Fácil, ha destacado recientemente que el orden en que se cocinan estos ingredientes influye notablemente en el sabor final del plato. Esta afirmación, respaldada por expertos, pone de manifiesto la importancia de los pequeños detalles en la elaboración de cualquier receta.
Si se comienza el sofrito con el ajo, este libera sus aceites esenciales y marca el aceite con su aroma característico, otorgando un sabor fuerte y profundo. No obstante, requiere cuidado: si se quema, puede amargar el plato. Esta técnica es ideal para quienes buscan que el ajo tenga un papel protagonista en sus guisos.
Por el contrario, iniciar el sofrito con la cebolla permite que esta caramelice ligeramente y aporte una dulzura natural. Esta opción suaviza la intensidad del ajo que se añade después, resultando perfecta para platos más equilibrados y menos agresivos al paladar.
Existe también una tercera vía: cocinar ajo y cebolla al mismo tiempo. Este método logra una fusión de sabores más armónica, donde ninguno predomina. Además, una técnica alternativa consiste en dorar un diente de ajo entero y retirarlo antes de añadir la cebolla, logrando un toque sutil sin que el ajo resulte invasivo.
La elección del orden en el sofrito no es un mero capricho, sino una herramienta culinaria que permite moldear el carácter del plato. Como subraya Ferran Adrià, la precisión en la cocina es clave para alcanzar la excelencia. Saber cómo y cuándo incorporar los ingredientes transforma un plato cotidiano en una verdadera experiencia de sabor.