Eva Collado, experta en RRHH: "Me dijeron que solo contratara a hombres y dejé de trabajar en esa empresa"
“Hay que saber decir que no a los euros en favor de tu marca personal”.

La desigualdad de género y los sesgos en los procesos de selección siguen siendo una realidad en muchas organizaciones, incluso en aquellas que ocupan posiciones de liderazgo y toma de decisiones, donde, pese a los discursos sobre igualdad, diversidad e inclusión, siguen imponiéndose criterios discriminatorios que condicionan el acceso al empleo, la promoción profesional y la valoración real del talento.
Así lo ha denunciado Eva Collado, experta en recursos humanos, conferenciante y divulgadora, durante su intervención en el podcast Extravagente, donde relató una experiencia profesional que marcó un antes y un después en su carrera.
Según explicó la propia Collado, fue contactada para liderar un proceso de selección de altos cargos en una organización. Tras una primera conversación con el departamento de recursos humanos, donde se definieron los perfiles profesionales necesarios, le indicaron que antes debía reunirse con el director general, quien quería conocerla personalmente.
Una reacción firme
“Cuando entré a verle, me dijo: ‘Yo no sé qué te han dicho las tontas de recursos humanos, pero quiero hombres de menos de 35 años’”, relató Collado. La experta explicó que, en ese momento, decidió guardar silencio hasta que el directivo terminó de hablar. Según sus propias palabras, el tono y el contenido del mensaje evidenciaban un claro sesgo por razón de género y edad.
Fue entonces cuando decidió responder con firmeza. Collado le explicó que imponer ese tipo de criterios no solo condicionaba el proceso de selección, sino que impedía mostrar el verdadero talento que la empresa necesitaba. “En el momento en el que tú me estás pidiendo estos sesgos, me estás coaccionando a la hora de enseñarte el talento real que requiere tu organización”, afirmó.
La especialista en RRHH fue aún más contundente: dejó claro que no estaba dispuesta a trabajar para una persona que, en su opinión, no merecía liderar a otras personas. Tras expresar su postura, se levantó y abandonó la reunión, renunciando al encargo profesional. “Hay que saber decir que no a los euros en favor de tu marca personal”, subrayó.
Más allá de la ética
Collado explicó que su decisión no solo respondió a una cuestión ética, sino también a la necesidad de proteger su reputación profesional. Vincular su nombre y su marca personal a una empresa gestionada con ese tipo de mentalidad era, para ella, inaceptable. “No quise que mi marca se asociara a una organización dirigida por alguien así”, aseguró.
Para Collado, este tipo de situaciones demuestra la importancia de frenar prácticas discriminatorias desde dentro del sistema y pone en evidencia que en algunas empresas aún queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad, diversidad y liderazgo consciente.
