Sale a la luz lo que se escuchó en el Balón de Oro justo antes de ganarlo Dembélé y surge la polémica: ¿era el padre de Lamine Yamal?
Vídeos que circulan por las redes sociales recogen el extraño momento y son mayoría los que apuntan hacia Mounir Nasraoui. La resaca del Balón de Oro durará...

Ousmane Dembélé es el nuevo Balón de Oro del fútbol. Si alguien a estas alturas aún no se había enterado, ya lo ha hecho. El jugador francés se coronó en su casa e imponiéndose a Lamine Yamal, un duelo que marcó las horas previas a la concesión del gran premio futbolístico individual. Pero la noche, misma en la que Aitana Bonmatí reescribió la historia del fútbol femenino con su tercer Balón de Oro, dio para mucha resaca.
Tanto, que continúa el ruido un día después de la gala en el Teatro del Chatelet de París. Las redes han recuperado en las últimas horas un detalle que pasó bastante inadvertido durante el momento culmen, cuando Ronaldinho anunciaba el nombre del ganador del Balón de Oro masculino.
Numerosos vídeos en X recogen cómo, segundos antes de que Ronaldinho pronunciara "Dembélé", se escuchó un extraño cántico en el teatro. Desde lo alto, una voz grita "Lamine Yamal, para bien o para mal".
El debate está servido, porque son muchos los que creen que detrás de ese cántico en el momento clave no estaba otro que el padre de Lamine Yamal, el controvertido Mounir Nasraoui, conocido también como 'Hustle Hard'.
Sin superar aún el shock por la no elección de su hijo, Mounir Nasraoui cargó duramente contra el jurado y la organización del Balón de Oro, llegando a hablar de "algo raro" y un aún más contundente recado, pronunciado en el programa El Chiringuito de Jugones.
Sin dudarlo, el padre de Lamine apuntó que la elección de Dembélé "es el mayor, no voy a decir robo, sino daño moral a un ser humano". "Porque Lamine Yamal es el mejor jugador del mundo con mucha diferencia", espetó; unas palabras que calentaron aún más un debate que parece tardará en cerrarse... mientras el cántico empieza a hacer 'fortuna' como reclamo viral.
