¿Puedo dar a mi hijo espirulina?
Cualquier padre o madre quiere lo mejor para su hijos. Por ello, en ocasiones surgen dudas sobre si las suplementaciones son buenas y necesarias para los más pequeños.

La espirulina se popularizó como un superalimento que parecía tener numerosas propiedades. Muchas personas apostaron por ella como un suplemento que les podía ayudar a mejorar su estado de salud. Sin embargo, siempre que se apuesta por algo así, conviene informarse muy bien sobre lo que es, cómo tomarlo o si es necesario y bueno hacerlo.
Y luego están los niños. Si los adultos debemos tener siempre cuidado y evaluar muy bien lo que vamos a tomar, con los niños es todavía más importante conocer todos los beneficios, y sobre todo los riesgos que puedan derivarse del consumo de espirulina. Por ello nos preguntamos: ¿Es recomendable la espirulina para ellos? ¿Es realmente necesaria? ¿Es perjudicial? Para saberlo, desde El HuffPost hemos hablado con Sonia Clavería, médica de familia del departamento técnico de noVadiet, que nos aclara estas dudas y nos recuerda que es fundamental el consejo y aprobación del pediatra.
Para empezar, tenemos que saber que, aunque se catalogaba a la espirulina como una microalga, realmente es una bacteria. En concreto es una cianobacteria que contiene clorofila y realiza la fotosíntesis. Crece de manera natural en lagos y lagunas de zonas cálidas, aunque también se cultiva. De hecho, España cuenta con producción de espirulina.

Además, Sonia Clavería apunta que "la espirulina es un alimento que se puede consumir también como complemento alimenticio. Es rica en proteínas, con un aporte muy superior al de otras fuentes vegetales de proteínas y con un alto contenido en fibra, por lo que contribuye a la saciedad y a obtener beneficios a nivel digestivo. También aporta minerales como hierro, calcio y fósforo, entre otros, y precursores de la vitamina A al contener betacarotenos". Parece por tanto que su consumo es saludable. La espirulina se puede tomar en polvo añadiéndola al puré, la ensalada, el yogur o también a un batido, pero también como complemento alimenticio en cápsulas o comprimidos.
Consumir espirulina tiene muchos beneficios. Como indica Clavería, está validado científicamente que "ayuda a disminuir las cifras de colesterol circulante en plasma y a mejorar las cifras de glucemia y de tensión arterial". A ello se une que es rica en proteínas y que su aporte nutricional es muy rico. Pero eso no quita para que haya riesgos. La doctora recuerda que aunque su consumo es seguro, "en ocasiones se han descrito molestias digestivas leves, dolor de cabeza o dolores musculares leves, entre otros".
La espirulina se puede consumir como polvo añadido
La gran pregunta es si la espirulina también es para niños, y lo cierto es que sí, "pero siempre bajo supervisión y conocimiento de su pediatra", y con muchos matices. Sonia Clavería asegura que "no existen suficientes estudios en este rango de edades para poder recomendar la toma de espirulina de forma generalizada en la población infantil". Es por tanto fundamental que el pediatra determine la conveniencia del consumo de espirulina en cada caso concreto.
Así, si como padres os sentís interesados por la espirulina y el pediatra ha dictaminado que sería beneficioso para el niño o niña, lo mejor sería consumirlo como polvo añadido a sus comidas. En cuanto a la dosis, "siempre es menor que la dosis en los adultos, variando de 1 a 3 gramos de espirulina, lo que dependerá de la edad, del peso y de las características de cada niño".
Por todo ello, sí se puede dar espirulina a tus hijos, pero lo primero es contar el dictamen médico. Es el pediatra el que debe estudiar si conviene o no. Si decide que sí, puedes hacerlo, pero como complemento a una alimentación variada y adecuada a esta etapa fisiológica y a un estilo de vida saludable. Lo importante, siempre, es la salud y el bienestar de los pequeños.
