En 'The New York Times' alertan del riesgo de una Europa en manos de la extrema derecha y ponen a Pedro Sánchez como ejemplo para Macron o Merz
David Broder, autor de 'Los nietos de Mussolini', define al presidente del Gobierno como "el político de centroizquierda más exitoso de Europa".

Hay en Europa una suerte de resistencia al auge de la extrema derecha y está en Dinamarca, pero también en España. Es al menos lo que defiende David Broder, autor de 'Los nietos de Mussolini', en un artículo de opinión en el diario estadounidense The New York Times. La hipótesis de la que parte Broder es que, en Europa, sobre todo Alemania, Reino Unido y Francia, se equivocaron cuando pensaron que la extrema derecha nunca podría llegar a gobernar. "Lo peor podría estar por venir", advierte.
El contexto que plantea Broder al inicio de su artículo es tan desolador como real: "En las principales economías europeas, los gobiernos centristas están fracasando estrepitosamente. En Francia, la administración del presidente Emmanuel Macron está en caída libre, mientras que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen domina las encuestas. En Alemania, el canciller Friedrich Merz parece incapaz de alejar a los votantes de Alternativa por Alemania, a pesar de que el servicio de inteligencia del país lo ha calificado de amenaza extremista. En Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer se hunde casi tan rápido como asciende el partido antiinmigrante Reform UK. Todo está preparado para una victoria aplastante de la extrema derecha".
Luego están los ejemplos de Hungría o Italia, donde ya gobierna la extrema derecha; el de la República Checa, donde sucederá en breve; o Finlandia y Suecia, "históricamente socialdemócratas", donde "los líderes conservadores dependen de su apoyo". "Tienen un animador en el Despacho Oval y otro en la cima de X", resume Broder en referencia a Donald Trump y al magnate Elon Musk.
Pero, pese al horizonte sombrío, Broder asegura que no todo debe darse por perdido. Hay formas de parar a la extrema derecha, defiende, y pone como ejemplo a Dinamarca, donde por ejemplo en Copenhague ha ganado la izquierda, o España. Según Broder, experto en política europea, "las lecciones para mantener a raya a la extrema derecha" en nuestro país "son generalizables". "Presidente del Gobierno desde 2018, Pedro Sánchez es el político de centroizquierda más exitoso de Europa y uno de los jefes de Gobierno con más años en el cargo en la Unión Europea", dice.
Según el articulista, el Gobierno de coalición ha logrado frenar la llegada de la extrema derecha "tomando partido". "Durante la pandemia, el gobierno limitó los precios de la energía, reconoció a los repartidores a través de aplicaciones como trabajadores con derechos y restableció ciertas protecciones laborales. Posteriormente, aumentó drásticamente el salario mínimo y gravaba a las grandes fortunas. Dando razones de base para mantenerlo, el partido de Sánchez [en realidad el Gobierno de coalición] se opuso a la tendencia de los votantes de bajos ingresos y con menor nivel educativo a rechazar la propuesta. Y lo hizo al mismo tiempo que implementaba una política migratoria ampliamente receptiva", resume Broder.
No obstante, Broder también alerta de los problemas que enfrenta el Gobierno en estos momentos. "Sin mayoría desde 2023, no ha podido aprobar un presupuesto. Ante la falta de nuevas medidas redistributivas, el apoyo popular a sus aliados de izquierda se ha desplomado, y los escándalos en su partido han alimentado furiosas peticiones de dimisión", recuerda Broder.
El escritor cree, sin embargo, que Sánchez y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, son un ejemplo de "audacia política". "Transformaron las agendas nacionales, politizando cuestiones de justicia económica y fiscal, y demostrando a los votantes obreros que los partidos mayoritarios están de su lado. Otros líderes europeos deberían aprender la lección, y aún pueden hacerlo", concluye antes de volver a hacer un llamamiento a hacer lo posible para que la extrema derecha en los países más potentes de Europa. "A menos que los gobiernos centristas del continente cambien de rumbo, la extrema derecha puede adueñarse de Europa. Después de eso, todo está perdido".
